Siempre que escucho sobre rivalidad femenina en el cine, además de pensar en la película donde mejor se representa este tropo –Chicas pesadas (Mean Girls, 2004)-, viene a mi mente la canción interpretada por Kabah de la telenovela Amigas y Rivales (2001); aquella protagonizada por Ludwika Paleta, Angélica Vale, Michelle Vieth y Adamari López.
Ambas producciones tienen algo en común: son un grupo de chicas con diferencias socioeconómicas, intelectuales o físicas, donde también impera una inevitable enemistad. ¿Les suena familiar? Este tropo o cliché lo vemos repetidamente no solamente en el cine -principalmente en las llamadas chick flicks– o series de televisión, sino hasta en el teatro o en la literatura. ¿Recuerdan el comercial sobre la obra Entre mujeres, donde cerraba con la frase “Entre mujeres podemos despedazarnos, pero jamás nos haremos daño”?
Antes de continuar con el tema, te invito a escuchar el podcast de Las Cazaclichés de Cinema Saturno. Además de nuestras queridas anfitrionas -María y Morlo-, en esta ocasión las acompaña Julia Dridiksson, una chica super talentosa que sabe mucho sobre cultura y feminismo (chequen su podcast Voces en Resistencia). ¡No se lo pierdan!
El peor enemigo de una mujer es la propia mujer
La rivalidad entre mujeres en el cine es perpetuada una y otra vez principalmente en cintas donde las protagonistas son adolescentes que asisten al colegio. Se dividen en bandos con características exageradamente marcadas: las chicas más guapas, adineradas y populares (¡ah!, y tontas), contra las chicas “menos agraciadas” físicamente, pero que -como consuelo- son listas y de buenos sentimientos.
¿Por qué pelean? Además de querer gozar de toda la atención y la admiración, luchan por ser las reinas del baile de graduación o por ganarse el corazón del chico con el que todas sueñan. Volviendo al ejemplo de Chicas pesadas, Cady Heron y Regina George representan a la perfección dichos bandos antagónicos y una de las tramas primordiales en este tipo de películas: una chica se vengará de la otra porque le robaron al novio.
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Lo más curioso de este tropo es que, además de gozar de gran aceptación del público, repite una ideología emanada del patriarcado donde la premisa es que las mujeres no podemos ser amigas de otras mujeres. No obstante, no hay motivos reales para creer que esto deba ser verdad.
El argumento de que las mujeres son por naturaleza rivales entre ellas ha servido hasta como hilo narrativo en el cine y la literatura, pero la ciencia no lo respalda. Según una investigación de la Asociación Estadounidense de Psicología, no existen apenas diferencias inherentes a los sexos en términos de personalidad, capacidad cognitiva y liderazgo.
Jara Atienza (El País)
Desde Betty La Fea a El Diablo viste a la moda
Otra rama del tropo rivalidad femenina en el cine es la añorada transformación de la protagonista, y el cual además pone en relieve la crudeza con la que se retrata este conflicto en el ámbito laboral. La exitosa telenovela colombiana Betty La Fea (1999) sigue siendo una de las favoritas al día de hoy y replicada en muchos países, sin embargo, proyecta actitudes que no podríamos pasar por alto el día de hoy. Betty y Marcela pelean constantemente por el amor de un hombre sin escrúpulos, «¿cómo así?».
Por otro lado, Hollywood tiene lo suyo al mostrarnos a la bella Anne Hathaway en una película icónica que todos amamos. En El Diablo viste a la moda (2006), Andy y Emily compiten en este caso por ganar el cariño y los favores de la despiadada editora en jefe de una de las revistas de moda más importantes: Miranda Priestly. No cabe duda de que adoramos a los personajes de este largometraje, no obstante, hay una lucha encarnizada entre estas tres mujeres por destacar y/o dominar la escena. ¿De haber dado paso a la admiración en vez de la envidia y el maltrato, habría tenido el impacto que tuvo?
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¿Por qué son así?
Mientras que las películas donde los hombres compiten deportivamente son vistas como herramientas de superación y fraternidad, aquellas donde las mujeres contienden suele haber lo que llamamos “mala leche”. Como si una batalla entre porristas que vimos en Triunfos robados (2000) no fuera suficiente, ¡esta franquicia tiene varias secuelas!
Lo más curioso es que en todos los títulos puedes encontrar una palabra que indica que, por supuesto, hay confrontación: Triunfos robados: Otra vez (2004), Triunfos robados: Todo o nada (2006), Triunfos robados: Llegar para ganar (2007), Triunfos robados: Lucha hasta el final (2009) y Triunfos robados, con todo: Enfrentamiento mundial (2017).
Por otro lado, hay casos de la vida real llevados a la pantalla grande. El que tratemos de crear un discurso distinto al respecto de las relaciones entre mujeres, no quiere decir que alguna no pueda tener ciertas actitudes como cualquier ser humano bajo ciertas circunstancias. En Yo, Tonya (2017), el logro de Tonya Harding de conseguir el primer salto triple axel en la historia del patinaje artístico norteamericano, se vio opacado por su rivalidad con la patinadora Nancy Kerrigan.
En pie de guerra
La rivalidad femenina en el cine es tal que incluso se ha llegado al término bélico. Películas como Guerra de novias (otra vez con Anne Hathaway), Damas en guerra (2011) y Socias en guerra (2020), nos presentan a grupos de mujeres en franca disputa. Además de la frivolidad sobre los motivos por los que se entra en conflicto en dichos filmes, se acentúa una vez más el mensaje de que “mujeres juntas ni difuntas”.
En un plano más rudo y real, en Pleasure (2021) encontramos que existen industrias muy viciadas, como la pornográfica. ¿Hay amistad femenina real en ese mundo tan misógino? Cuando esperaríamos más empatía, encontramos que al final lo que importa es el dinero y el reconocimiento en uno de los negocios donde más se denigra a las mujeres.
En contraparte, en este rubro destaca Promising Young Woman (2020), pero esta vez por razones positivas. Sí, la trama puede ser un poco cuestionable hasta cierto punto, ya que aborda la historia de una chica que busca hacer justicia por su propia mano. No obstante, esta cinta reivindica a las mujeres en su eterno papel de víctimas y nos presenta a Cassie, una joven hermosa y brillante que no está dispuesta a permitir ningún caso de impunidad.
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“Envidia de la buena”
Nos cuenta Julia Dridiksson en el podcast de Las Cazaclichés, que la escritora Marta Lamas analiza esta supuesta agresividad pasiva donde las mujeres queremos sabotear a otras mujeres. Afortunadamente el cine y la televisión también evoluciona y nos muestra nuevas historias donde las mujeres tenemos grandes amigas con las que luchamos por un mismo objetivo o con las que nos ilusionamos por las mismas cosas.
Ojo, no quiere decir que no lo hayamos visto antes, como en Thelma y Louise (1991) donde aprendimos el valor de la amistad; pero también es gratificante que cada vez más veamos producciones con mensajes positivos, como Red (2022) de Disney (¡qué gran mensaje acerca de la menstruación y la fuerza de la conexión femenina!), o Stranger Things, la serie que nos enseñó que podemos ser grandes amigas y luchar contra feroces monstruos juntxs. Otro gran ejemplo es Big Little Lies de HBO, donde un grupo de mujeres supera sus diferencias y cierra su segunda temporada con un mensaje poderoso de unión y respaldo mutuo.
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Lo importante ahora es el contexto
No estamos diciendo que cancelemos todas aquellas películas que nos gustaron durante la adolescencia, sino que las veamos con el contexto adecuado y respetando las distancias. Por ejemplo, la siguiente escena de ¿Y dónde están las rubias? (2004) es un claro ejemplo de una confrontación entre dos grupos de chicas, no obstante, me parece muy divertido cómo los hermanos Wayans entran en acción a la “guerra de baile”.
En resumen, sí queremos nuevas películas donde las mujeres tengamos una imagen renovada con relación a nuestras semejantes, y donde dejemos de reforzar estereotipos negativos de nosotras. Seamos conscientes de lo que consumimos, lo merecen las nuevas generaciones.
¿Cuál es tu opinión sobre la rivalidad femenina en el cine? ¿En qué otras películas has visto este tropo? Nos encantará leer tus comentarios en nuestras redes sociales.