¿De dónde proviene tu creatividad día con día? ¿De las personas que te rodean? ¿Del contenido mediático que consumes? ¿Del trabajo? Agnès Varda se inspiraba meramente en la vida, en su cotidianidad. Todo a su alrededor despertaba curiosidad en ella, las personas desconocidas y los entornos en los que habitaba. Y cuando la reconocida cineasta no estaba trabajando en sus películas, filmaba cortometrajes. A continuación, te compartimos Homenaje a Zgougou (Hommage à Zgougou, 2002), el cortometraje de Agnès Varda acerca de uno de sus gatos.
Una pieza más del Varda-verso
Si alguna vez te has adentrado en el trabajo de Agnès Varda, sabrás lo peculiar que funciona la mente de la abuela de la Nouvelle Vague. Varda siempre se interesó en narrar historias, fuera como fuera. En caso de que no estés familiarizadx, te compartimos esta guía fílmica de sus obras, donde te explicamos cómo puedes empezar a ver sus películas y por qué Varda fue una cineasta que hizo historia.
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En Homenaje a Zgougou, Agnès Varda rinde tributo a uno de sus gatos, Zgougou. Describe el día a día de su gato, qué hace, cómo es su personalidad y cómo se involucra en la cotidianidad de la cineasta. Varda filmó este cortometraje documental mientras hacía Los espigadores y la espigadora (Les glaneurs et la glaneuse, 2002), uno de sus documentales más populares. Incluso, utilizó la misma videocámara casera con la que grabó un gran porcentaje de Los espigadores y la espigadora — y por cosas como ésta, no me canso de repetir que la filmografía de Varda es una Varda-verso—.
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Homenaje a Zgougou (Hommage à Zgougou, 2002)
Directora y guionista: Agnès Varda
Género: Documental
País: Francia
Duración: 2 minutos
IMDb: 6,9
A continuación te dejamos el corto de Homenaje a Zgougou. Te recordamos que puedes activar los subtítulos en el botón (CC) que está abajo a la derecha.
El día a día convertido en película
En la cinta, se pueden apreciar varios aspectos cotidianos de la vida de Varda. Por un lado, la cineasta hace un guiño al logotipo de su productora, Ciné-Tamaris, poniendo a Zgougou encima de la computadora. Por otro lado, nos muestra la convivencia de Zgougou y Bernard en su hogar, con Varda e incluso con Jacques Demy, otro ícono de la Nouvelle Vague y marido de la cineasta francesa.
En esta pieza casera y fugaz Varda deja ver un detallito más de su vida. Pero sobre todo, lo que deja a relucir con Homenaje a Zgougou es su capacidad de hacer, vivir y respirar cine en cada instante de su vida. Muy probablemente Varda no tenía en su calendario de proyectos hacer un cortometraje como éste. No obstante, su necesidad de documentar y narrar historias es mucho mayor que su necesidad de producir cine para entrar en festivales, ser premiada y reconocida.
Las obras de Varda siempre me han inspirado profundamente a crear desde lo que se tenga, sin necesidad de una aparatosa producción de por medio que certifique que lo que haces es arte. En ocasiones me pregunto, ¿qué hubiera sido de Varda si hubiera crecido en esta era digital donde todxs tenemos una cámara en nuestro celular y redes sociales donde compartir fotografías y videos? Seguramente veríamos todo tipo de ocurrencias documentales y experimentales en Instagram y TikTok.
¿Qué te pareció este cortometraje de Agnès Varda? ¿Consideras que observas tu vida de una manera similar, por medio de narrativas audiovisuales? Déjanos saber los comentarios de nuestras redes sociales. Muchas gracias por leernos.