Muchas veces vemos una película sin pensar en todo lo que pasó detrás. La producción completa de un filme es muy complicada y tiene demasiadas etapas. Pero antes incluso de que se tenga luz verde para producir una película, lxs creadores tienen que demostrar su talento y que sus ideas tienen potencial. Es el caso de Jennifer Kent quien lanzó Monster, el cortometraje en el que se basa The Babadook, una de las mejores películas de terror de su década.
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Como todo género cinematográfico, las épocas y la cultura popular han modificando las tendencias del cine de terror. The Babadook fue una de las películas que iniciaron una etapa en donde jump scares y los monstruos ya no eran el punto central del horror. La mente y la situación de los personajes protagónicos se convirtió en algo mucho más terrorífico.
IMPORTANTE: Si aún no ves The Babadook, te recomiendo que dejes de leer este artículo y que veas la película antes de ver Monster, el cortometraje en el que se inspiró.
Monster (2005)
Directora y guionista: Jennifer Kent
Reparto principal: Susan Prior, Luke Ikimis-Healey, Trash Vaudeville
Género: Terror
País: Australia
Duración: 10 minutos
IMDb: 6,8
El horror de la materninad
Hemos visto otras producciones como The Witch, Hereditary, Midsommar o The Haunting of Hill House que se han categorizado dentro del nuevo «terror elevado». Pero lo que hace a The Babadook sobresalir de todas estas, es que además toca temas que hasta ahora eran tabú.
La maternidad está socialmente moldeada a un ideal que todas las mujeres deberíamos de tener. La mujer que no es madre, está incompleta; y aquella que no quiera ser madre, es un monstruo. En Monster Kent comienza a desarrollar la idea, y en The Babadook, crea un retrato muy completo una madre soltera con depresión, frustración sexual y una materninad no deseada.
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Kent proyecta un temor muy real para muchas mujeres, a través del monstruo que atemoriza a una madre y su hijo. Y concluye que es natural sentir todas estas frustraciones en la vida, pero si no se puede erradicar el motivo de nuestros miedos, debemos aprender a vivir con ellos y mantenerlos a raya. Aunque lo más importante de su filme es que ayuda abrir el diálogo sobre la normalización del deseo de NO ser madres.
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