Aunque podemos afirmar que las películas de terror logran llenar bastantes salas, no podemos decir lo mismo de las series de terror. Ellas muy raramente consiguen el rating para continuar apenas un año más. ¿Quién no lamenta aun la cancelación de la segunda temporada de Marianne (2019)? Aquella serie de brujería y espiritismo llamó la atención de muchos, pero no fue suficiente, y suele ser el caso de la mayoría de las producciones de este estilo. Sin embargo, hay una serie espeluznante que no solo logró mantenerse de pie, sino que también fue la que propició la aparición de otras series que, si bien no consiguen la misma repercursión, están apenas unos pasos atrás. Acompáñanos en esta reseña de The Haunting of Hill House (La maldición de Hill House, 2018) para entender los puntos clave de esta historia que aun no encuentra competencia.
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Una familia rememora constantemente la vida en su antiguo hogar, una casa gigantesca donde cada pasillo deparaba calamidades que los persiguen hasta el presente.
La maldición de Hill House (The Haunting of Hill House, 2018)
Creador: Mike Flanagan
Reparto principal: Michiel Huisman, Carla Gugino, Henry Thomas, Elizabeth Reaser, Oliver Jackson-Cohen, Kate Siegel, Victoria Pedretti
Género: Terror
País: Estados Unidos
IMDb: 8.6
El manejo del tiempo
Probablemente, el mayor logro de la serie sea su balance entre lo complejo y lo simple. La historia, seguida en orden cronológico, es fácil de entender. Sin embargo, Mike Flanagan no iba a quedarse con aquella estructura temporal común, y decidió alterar constantemente los tiempos de los personajes entre su adultez, su adolescencia y su niñez. Dicha cronología está armada con tal pulcritud, que empezamos la serie en lo que creemos es el final de la historia, solo para que luego se nos vaya develando que apenas es el comienzo.
Fuente: Netflix
Para aquellos fanáticos del montaje, cabe destacar que The Haunting of Hill House no deja ninguno de sus cortes entre escena y escena al azar. Todos están conectados de forma extremadamente detallista entre si, tejiendo una línea de tiempo desordenada y a la vez entendible. Cuando un personaje abre una puerta en el presente, entra a un cuarto que es parte de su pasado. Cuando se va a dormir, puede que se despierte en el futuro. O quiza, hasta aparezca en una dimensión temporal que no es la real, sino la que rige las reglas de la casa, que no se hacen claras hasta el último segundo de la serie.
Personajes entrañables
El tema de cuanto se debe saber de los personajes en las producciones de terror es un debate que jamás va a zanjarse. Mientras algunos se quejan de aquellas películas (generalmente las de found footage) que se toman un largo tiempo presentando a los personajes, otros piensan que sin profundización de personaje, las historias no valen la pena. Los últimos defienden que, si algún día el terror quiere convertirse en un género hecho y derecho como los otros, tiene que ser capaz de contar otras tramas además de la terrorífica.
Fuente: Netflix
Otra vez, Flanagan se aleja de ambos extremos y se posiciona en el medio. En lugar de elegir entre crear una historia centrada en el terror o una centrada en los protagonistas, saca de la galera un conjunto de desgracias que atraviesan a los personajes de forma tan visceral que sentimos miedo por ellos. Las heridas de esta familia son tan profundas, que cualquier inconveniente podría abrirlas de una forma irremediable, y ellos se encuentran siempre a punto de caer. El espectador se debate en esa tensión, y es así como no solo es aterrado por la imagen, sino también por la incertidumbre de entender que a su personaje preferido puede sucederle lo peor.
Esperamos que te haya gustado nuestra reseña de The Haunting of Hill House. ¿Cual es tu serie preferida de Mike Flanagan? Queremos leerte en nuestras redes sociales.
