De tal palo, tal astilla. Esta frase aplica tanto para relaciones familiares, como para la relación maestrx-alumnx. Tal es el caso de Lina Wertmüller, quien aprendió cine con Federico Fellini, dándole un giro cómico y obscuro al neorrealismo influenciado por su docente. En el artículo de hoy te contamos todo sobre Lina Wertmüller, primera mujer en ser nominada a un Oscar por dirección.
Antes del cine, el teatro y los cómics crearon a una artista
Lina Wertmüller fue una directora y guionista italiana conocida principalmente por su película Seven Beauties (Pasqualino Settebellezze, 1975), con la cual se convirtió en la primera mujer en ser nominada al Oscar por mejor dirección. Según describió la misma Wertmüller, su infancia fue un periodo lleno de aventuras, periodo durante el cual llegó a ser expulsada de 15 diferentes escuelas católicas. Desde niña disfrutaba de historias artísticas presentadas en distintos formatos. Leía cómics, disfrutaba sus películas y hacía teatro.
Wertmüller fue una artista multidisciplinaria que siempre estuvo cerca del arte de una u otra manera. Después de graduarse de la escuela nacional de artes dramáticas en Roma, Wertmüller produjo obras de teatro avant-garde. Con dichas obras, viajaba por toda Europa trabajando como titiritera, directora de escena, escenógrafa, publicista y guionista de radio y televisión. Principalmente se dedicaba a comedias musicales y dramas italianos contemporáneos.
Bajo el cobijo de un maestro único, Fellini
¿Pero bueno, cómo fue que Wertmüller se inició en el cine? Wertmüller contó con nada más y nada menos que con el director Federico Fellini como su mentor. Alrededor de diez años después de estar de gira con un grupo de teatro de marionetas avant–garde, Wertmüller conoció a quien sería su esposo, el actor Marcello Mastroianni, quien la presentó con Fellini. Wertmüller llegó a trabajar estrechamente con el reconocido cineasta neorrealista italiano; de hecho fue una asistente de dirección en la aclamada cinta, 8 ½ (1963).
“Fui la peor assistente, pero fue pasado por alto porque era agradable”
Wertmüller en una entrevista con The Guardian
De esta manera, en la década de los sesenta, Wertmüller comienza a producir cine. Aunque las cintas en cuestión eran bien recibidas, no eran muy aclamadas como para tener un éxito internacional. Sin embargo, de acuerdo con Geoffrey Nowell-Smiths en Companion to Italian Cinema, 1972 fue el año que marcó el inicio de la era dorada de Wertmüller. En la década de los setenta, la cineasta italiana estrenó siete películas que fueron consideradas obras maestras de la Commedia all’italiana; es decir, comedia con estilo italiano, un género específico del cine italiano.
“Sus primeras películas contienen detalles neorrealistas y de los inicios de Fellini”
Darragh O’Donoghue en Cineaste hablando sobre The Lizards, (Los lagartos, 1963), ópera prima de Wertmüller.
La obra que la llevó al Oscar y su controversia
Fue en este momento en el que Wertmüller comenzó a tener reconocimiento internacional y ganó múltiples galardones en el extranjero. Finalmente, en 1976 se convirtió en la primera mujer en ser nominada al Oscar de mejor dirección con su cinta Seven Beauties. Esta película consiguió gran atención por ser una comedia trágica muy específica que fue llevada a sus límites.
La historia sigue a un “casanova” obsesionado consigo mismo que es enviado a un campo de concentración alemán. En un principio, la película se encontró con una gran controversia debido a la franqueza con la que se representó dicho genocidio. A ojos de la crítica, la obra de Wertmüller se percibía con una macabra insensibilidad hacia los sobrevivientes, pero aún así se aceptó como una de sus obras maestras.
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Seven Beauties (Pasqualino Settebellezze, 1975)
Dirección y guion: Lina Wertmüller
Reparto principal: Giancarlo Giannini, Fernando Rey, Shirley Stoler
Género: Comedia, Drama
País: Italia
IMDb: 7.7
Ganadora de una récord Guinness
Un dato curioso de Wertmüller es que sus obras se caracterizaron por tener títulos innecesariamente largos, aunque la mayoría fueron recortados en las versiones internacionales de sus películas. De hecho, obtuvo un récord Guinness por tener la película con el título más largo; exactamente 179 caracteres. La película en cuestión es mejor conocida por su título internacional Blood Feud o Revenge (1978). Para que no te quedes con la curiosidad, este era el título original de la cinta: Un fatto di sangue nel comune di Siculiana fra due uomini per causa di una vedova. Si sospettano moventi politici. Amore-Morte-Shimmy. Lugano belle. Tarantelle. Tarallucci e vino.
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El legado de Lina Wertmüller
De igual manera, la influencia de Fellini fue muy notoria en su estilo artístico. Ambos compartían una gran empatía en su manera de ver a la clase trabajadora italiana y mostraban la realidad de una sociedad marcada fuertemente por la desigualdad. No obstante, Wertmüller también mostraba su adoración por Italia, sobre todo visualmente, y su estética se veía siempre fuertemente marcada por su pasado teatral.
A lo largo de su carrera, Wertmüller recibió incontables reconocimientos por ser una cineasta sobresaliente. A través de su trabajo, la directora italiana ayudó a expandir el rol de la mujer en la industria cinematográfica y de entretenimiento. Esperamos que hayas disfrutado este artículo sobre Lina Wertmüller. Como siempre, gracias por llegar hasta acá. ¡Nos leemos pronto!