Desde siempre, la fotografía y el cine han estado estrechamente relacionados. En el sentido estricto, el cine está hecho de fotografías que, reproducidas a cierta velocidad, dan la sensación de movimiento. En esta ocasión te presentamos al fotógrafo Gregory Crewdson, el hombre que en una instantánea condensa las características de la gran pantalla.
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El estilo crea historias
Todos tenemos una fuente de inspiración, en el caso del Crewdson la principal figura a seguir es su padre, que al ser psicoanalista, le enseñó a ver más allá de la superficie. Asimismo ha sido influenciado por los fotógrafos Stephen Shore y Walker Evans, el pintor Edward Hopper y los cineastas David Lynch y Alfred Hitchcock.
Todas las imágenes del autor están construidas con un tono fílmico, cada encuadre parece sacado de un largometraje. Crewdson trata de perturbar la cotidianidad, sus obras se desarrollan en suburbios, campos o dentro de los hogares siempre con elementos que desestabilizan el entorno. La intensidad de colores, los reflejos, las luces y las sombras crean la atmósfera para narrar una historia. Sus fotografías son atrayentes en primera instancia, pero (y esto es lo mágico) conforme observas la imagen te das cuenta que hay mucho más detrás.
Sus escenarios se convierten en lugares fascinantes, llenos de secretos y preguntas que solo tu imaginación puede contestar. La composición y el significado simbólico que tienen sus imágenes han hecho del fotógrafo Gregory Crewdson uno de los más prolíficos del medio.
Una producción hollywoodense
Para lograr sus instantáneas, el fotógrafo utiliza un equipo cinematográfico especializado, la creación de cada una de sus obras requiere la participación de una gran cantidad de asistentes y posteriormente un detallado trabajo de post-producción. Es una labor titánica coordinar a todos los integrantes del staff, por ello, la mayor parte del tiempo lo utiliza en juntas de pre-producción, convirtiendolo más en un productor y director que en un fotógrafo. Suele tardar de 2 o 3 días en preparar el escenario (si ya se eligió locación o set) que se utilizará para una sola foto; todo debe ser cuidado al milímetro.
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El proceso para “fabricar” una obra suele abarcar desde la hora azul (momento justo antes de la salida o puesta del sol) hasta que cae totalmente el sol y se convierte en una escena nocturna. Posteriormente esas fotografías tomadas en ese lapso se unien para construir una única imagen. Crewdson suele elegir planos muy abiertos con un sinfín de detalles a descubrir. Gracias a que utiliza una cámara Hasselblad Sinar 8×10, puede capturar el negativo, la gama tonal y los detalles de estas imágenes enormes.
«Las imágenes de Crewdson constituyen un fotograma cinematográfico perfecto, de un solo cuadro, que no proporciona contexto a la narrativa que se desenvuelve, sino que deja al observador las decisiones acerca de lo que se desarrolla frente a sus ojos».
David Gaffin
Cualquier disciplina artística tiene la misma misión: contar una historia. Y el fotógrafo Gregory Crewdson lo logra en una imagen que dice más que mil palabras. Esperemos que te haya gustado esta breve biografía y te interese conocer un poco más del trabajo de Crewdson. Cuéntanos en nuestras redes sociales ¿conocías a este fotógrafo? ¿Crees que la fotografía es fundamental para el cine?