Admitámoslo, no hay nadie que se resista a esas películas de amor tan empalagosas y llenas de clichés que caracterizaron la década de los 90. Uno de los directores que inauguró esta época de oro de las comedias románticas fue Tim Burton, quien poco se especializaba en cintas que tuviesen al amor como eje principal. A pesar de ello, Edward Scissorhands (El joven manos de tijera, 1990) logró crear uno de los romances más recordados por todo amante del cine juvenil de aquél entonces. Sin más preámbulo, aquí va la reseña de El hombre manos de tijera.
Un personaje entrañable
La historia de Edward Scissorhands narra la nueva vida de Edward una vez que la caritativa Peg Boggs lo encuentra encerrado en su mansión y lo adopta. Él no es un joven cualquiera. Sin ir más lejos, lo creó un inventor que murió antes de poder finalizarlo, dejándolo con un cuerpo humano y tijeras en lugar de manos y dedos. Cuando se instala en el barrio de Peg, un destellante y colorido universo de aventuras se despliega ante sus asombrados ojos.
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Luego de leer el guion y llorar como un niño, Johnny Depp decidió hacer todo lo posible para interpretar su personaje a la perfección. Perdió 11 kilos para el papel y aguantó las dos horas diarias que los maquilladores se tomaban en prepararlo para el set durante cuatro meses. Además, colapsó múltiples veces por el calor que le causaba el traje de cuero y siguió filmando apenas podía volver a pararse. Es seguro decir que su esfuerzo dió frutos. Hoy en día, Edward es uno de los personajes noventosos más adorados.
El uso de los colores
Si viste The Nightmare Before Christmas (1993), Corpse Bride (2005) o Charlie and the Chocolate Factory (2005) habrás notado el importante papel de los colores. Tim Burton siempre utiliza los colores fríos y apagados para identificar lo aburrido, lo monótono, lo que está casi carente de vida propia. En cambio, los colores vivos y llamativos usualmente representan aquello que esta lleno de espíritu, lo animado.
Edward Scissorhands no es la excepción a la regla. De hecho, es todo lo contrario. A diferencia de The Nightmare Before Christmas (1993), donde los colores opacos se mezclan con algunos colores brillantes, en la cinta que hoy tratamos no hay grises. Edward se viste con los tonos más oscuros y la mansión en la que vive esta teñida de negro por donde se la vea. Por otro lado, el vecindario donde viven Peg y su familia rebosa de vida y sus colores así lo reflejan. Aunque el contraste tan obvio es un poco doloroso al ojo del espectador, sirve para el fin de establecer diferencias en los estilos de vida.
La banda sonora
Uno de los elementos más característicos de Edward Scissorhands es, sin duda alguna, su banda sonora. En este caso, la música fue compuesta por Danny Elfman, quién además se encargó de musicalizar casi toda la filmografía de Tim Burton. El director declaró múltiples veces que el score compuesto por Elfman para esta película es su favorito. Sin embargo, el afamado compositor no fue la primera opción de Burton. En una primera instancia, Tim se había contactado con Robert Smith de The Cure para que compusiera la banda sonora, pero él estaba ocupado preparando un álbum y rechazó la oferta.
El score de Edward Scissorhands sella la cuarta colaboración entre Tim Burton y Danny Elfman. La orquestra consistió de 79 músicos, que lograron darle a la película un aire risueño, como de fábula muy, muy lejana. Aquí te dejamos el tema de apertura.
Edward Scissorhands (1990)
Dirección: Tim Burton
Guion: Tim Burton, Caroline Thompson
Reparto Principal: Johnny Depp, Winona Ryder, Dianne Wiest
Género: Fantasía, Romance
País: Estados Unidos
IMDb: 7.9
Sinopsis: Edward, un joven con manos de tijeras, es la creación de un inventor que lo deja abandonado en una mansión al morir repentinamente. Cuando parece que solo le queda una vida solitaria por delante, Edward es encontrado y adoptado por una generosa vendedora de Avon.
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