El día de hoy vengo a recomendarte una película perfecta para esas tardes cuando solo quieres desconectarte de todo lo malo y ver una historia conmovedora con paisajes hermosos, mientras tomas algo calientito. En esta reseña retro de El Jardín Secreto (1993) te hablaré de un lugar mágico y escondido, en donde la naturaleza y la amistad conviven en perfecta armonía. Si aún no has tenido la dicha de ver esta película, no te preocupes, esta reseña no contiene spoilers.
El Jardín Secreto es una novela escrita por Frances Hodgson Burnett, publicada en 1910 y adaptada al cine en tres ocasiones. La primera en 1949, la segunda en 1993 y la tercera y más actual en el 2020. La adaptación de la que hablaré el día de hoy es la que se estrenó en los años noventa y fue dirigida por Agnieszka Holland. Con el guion de Caroline Thompson (El joven manos de tijera, La Familia Adams) y la producción de Francis Ford Coppola.
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Fuente: Warner Bros. Family Entertainment
Un jardín lleno de secretos
El Jardín Secreto cuenta la historia de Mary Lenox, una niña huérfana que se ve obligada a irse a vivir a la mansión de un misterioso tío al cual nunca ha conocido. Al llegar, Mary comienza a investigar sus alrededores y descubre que ese lugar esconde más secretos de los que los habitantes de la casa quieren dejarle ver. Se topa con un jardín escondido entre los grandes terrenos que rodean la mansión y se convierte en su mayor refugio.
Mary es una niña arisca que nunca ha recibido el amor de nadie. Entabla una amistad muy particular con Collin, un niño enfermizo y caprichoso que se encuentra escondido dentro de la mansión. Mary lo ayuda a salir del encierro en el cual se encuentra y comienzan a restaurar el jardín que parece contener una magia muy especial. Forman una amistad con Dickon, un niño que trabaja en la mansión y tiene un talento especial para comunicarse con los animales.
El tío de Mary es un hombre que vive perseguido por los fantasmas de su pasado. Nunca se encuentra en su casa y se mantiene alejado de lxs niñxs. No obstante, Mary y Collin anhelan el amor de la única figura paterna que tienen y lo intentarán todo para aclarar las verdades ocultas y conseguir liberar a su tío de aquello que lo acecha.
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Una feel good movie llena de magia
La expresión “feel good movie” se utiliza para referirse a aquellas películas que despiertan un sentimiento reconfortante al verlas. Puede ser por su historia, sus escenarios, sus personajes o la combinación de todas las anteriores. El Jardín Secreto puede ser considerada una cinta de este tipo por sus hermosos paisajes y conmovedores personajes. Eso sin mencionar la nostalgia que llega a despertar en muchxs de nosotrxs, que al ver esta película nos acordamos de nuestra infancia.

Fuente: Warner Bros. Family Entertainment
Cada actor y actriz interpreta su papel de una manera maravillosa. Desde la inocencia que vemos en una niña que se encuentra sola en el mundo, hasta el dolor de un niño que ha recibido todas las atenciones posibles, pero nunca se ha sentido amado. Si a eso le sumamos la escenografía, los paisajes y la música que parece sacada directamente de un libro de fantasía, tenemos como resultado una película magnífica que tiene todas las características de un cuento infantil, pero también las de una novela dramática sobre la muerte y el duelo.
El Jardín Secreto (The Secret Garden, 1993)
Dirección: Agnieszka Holland
Guion: Caroline Thompson
Reparto principal: Kate Maberly, Maggie Smith, Heydon Prowse
Género: Drama, Familiar, Fantasía
País: Reino Unido
IMDb: 7,3
Sinopsis: Una niña que acaba de quedar huérfana es enviada a Inglaterra después de haber vivido en la India toda su vida. Una vez allí, comienza a explorar su nuevo entorno y empieza a descubrir todos sus secretos.
Espero que esta reseña retro de El Jardín Secreto te haya dado ganas de ver una historia sobre un jardín mágico y la manera en que la inocencia de una niña puede transformarlo todo. Si aún no le das una oportunidad a esta enternecedora película, ahora es el momento de hacerlo.