Después de 53 años del inicio del mundo cinematográfico de la abuela de la Nouvelle Vague, la cineasta hace una introspección en su persona y su biografía como nunca antes. Por medio de videos, cintas viejas y fotografías que parecieran salir de una caja de recuerdos, Varda filma lo que prometía ser su última película —promesa que no duró mucho—. En esta reseña sin spoilers te contamos todo lo que debes de saber sobre este ensayo autobiográfico de Agnès Varda, Las playas de Agnès (Les plages d’Agnès, 2008).
“Yo tuve un mundo. No creo que haya tenido una carrera. Hice películas.”
Agnès Varda
Las playas de Agnès es un documental, disponible en MUBI, en el que Varda recuerda las experiencias vividas en sus 80 años de vida. Sus memorias parten desde su niñez en familia, vivir la Segunda Guerra Mundial, su primer trabajo, sus estudios y su primera película, las grandes amistades que hizo, la familia que formó, y claro, qué la llevó a hacer las cintas que hizo.
Junto con material de archivo como cintas viejas y fotografías, Varda revisita nostálgica y físicamente varios de los lugares que jugaron algún papel importante en su vida. A manera como de un rompecabezas, Varda yuxtapone múltiples elementos para narrar dichos fragmentos de su vida, recreando incluso algunas escenas de su pasado. Dicho rompecabezas se siente también como un collage de vestigios recolectados de su vida, el cual siempre regresa a las playas como leitmotiv.
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Las playas de Agnès (Les plages d’Agnès, 2008)
Dirección y guion: Agnès Varda
Reparto principal: Agnès Varda, André Lubrano, Blaise Fournier
Género: Documental, biografía
País: Francia
IMDb: 8.0
El estilo característico de Varda para filmar
Ver Las playas de Agnès me hizo sentir algo que no había experimentado con otras de las cintas de Varda. Para empezar, cada una de sus películas son un universo por sí mismo. Al adentrarse en dicho universo, entendemos y reflexionamos a su manera. Sin embargo, Las playas de Agnès nos posiciona como si realmente estuviéramos en la mente de la cineasta. Cada recuerdo y cada cuestionamiento mostrado van formando una red de pensamientos que nos hacen entender la óptica con la que Varda observa sus alrededores. De la mano de la ingeniosa cinematografía y su icónico montaje, se siente como si estuviéramos viendo con sus mismos ojos.
Considero que para una experiencia más rica, una recomendación puede ser ver Las playas de Agnès después de haber visto algunas de las cintas más reconocidas de Varda. Aunque tampoco tiene nada de malo si buscas conocer más sobre la cineasta antes de adentrarte a tu filmografía, sí creo que este documental adquiere un mayor valor cuando conoces las películas de las que habla.
Una genuina expresión artística
La constante en la filmografía de Varda se mantiene intacta. La inspiración que se siente con cada una de sus cintas es innegable. Ya sea que te dediques al cine, a la fotografía, a escribir, a estudiar, a los negocios, o vaya, a lo que sea, la mirada de Varda siempre consigue inspirar profundamente.
Esta mujer se armó de una cámara y sus referencias visuales plasmadas en pinturas para rodar su primera película en la década de los cincuenta. Con el paso del tiempo, nunca olvidó lo que era importante para ella: contar las historias que tenía en mente. Con cincuenta años de experiencia, la cineasta seguía filmando su cotidianidad desde su videocámara casera, únicamente por el gusto de filmar y documentar sus entornos. Por medio de su lenguaje cinematográfico tan peculiar, Varda nos recuerda que el arte nace desde la pasión misma de hacer arte, no del equipo o de la trayectoria que se tenga para realizarlo.
«Yo vivo en el cine. Siento que he vivido aquí por siempre.»
Agnès Varda
Desde sus inicios, Varda se cuestionó múltiples reglas impuestas en la realización cinematográfica. Su manera de vivir la vida tampoco fue la excepción, ya que rompió las expectativas de la otredad en múltiples ocasiones. Esperamos que hayas disfrutado de esta reseña sin spoilers de Las playas de Agnès por Agnès Varda. Por favor, haznos saber tu opinión en nuestras redes sociales. ¡Nos leemos en el siguiente artículo!