El pasado 11 de septiembre se cumplieron 50 años del golpe de Estado perpetrado en Chile y, a manera de conmemoración de este triste evento, se estrenó en Netflix la película El Conde, de Pablo Larraín. Te contamos -sin spoilers– cómo esta comedia negra es un agridulce y necesario recordatorio de las atrocidades que cometió el dictador Augusto Pinochet durante 17 años.
LEER: Un tierno oso que ha hecho historia
A través de una sátira, la cinta nos habla de un Pinochet que en realidad es un vampiro y finge su muerte para desaparecer de los molestos opositores que critican su régimen, acusándolo de ladrón. Luego de pasar algunos años en autoexilio, el ex dictador considera que es tiempo de morir de verdad y reúne a sus herederos para la repartición de sus riquezas.
El Conde (2023)
Director: Pablo Larraín
Guionistas: Guillermo Calderón y Pablo Larraín
Reparto principal: Jaime Vadell, Gloria Münchmeyer, Paula Luchsinger
Géneros: Comedia, Fantasía, Historia
País: Chile
IMDb: 6,6
Sinopsis: Sátira que retrata a un Augusto Pinochet que no ha muerto, ya que es un vampiro de 250 años. Decidió ocultarse debido a que no soporta ser considerado un ladrón, por lo que luego de estos años de autoexilio, está decidido a morir de una vez por todas.
El oscuro capítulo de la Historia chilena
El Conde de Pablo Larraín es una nueva entrega cinematográfica de este autor en la que se aborda la temática de la dictadura chilena. Comenzó con Tony Manero (2008), donde narra la vida de un tipo obsesionado con convertirse en el doble del personaje de John Travolta en Fiebre de Sábado por la Noche. En su búsqueda por ser el Tony Manero chileno, ignora por completo el terrible contexto político y social que lo rodea.
Post Mortem de 2010, habla sobre una historia de amor frustrado que se desenvuelve justo en 1973, cuando estalla el golpe de Estado y comienzan las pesquisas para acabar con todos los simpatizantes del movimiento de Salvador Allende.
Posteriormente vendría No (2012), película en la que participa Gael García Bernal y en la cual nos trasladamos a 1988. Ese año el pueblo chileno participó en un plebiscito en el que se definiría si habría continuidad de Pinochet en el gobierno, o finalmente se convocaría a elecciones democráticas.
Un propósito
El Conde fue parte de la selección oficial del Festival de Venecia. En la premier a la que asistió parte del elenco, el director expresó que “Pinochet nunca enfrentó a la justicia y eso lo convirtió en un hombre que vivió y murió en libertad y, de hecho, muy rico. Esa impunidad lo hizo eterno, como un vampiro”.
Es precisamente esta fabulosa analogía entre el personaje más siniestro de Chile y el monstruo nocturno por antonomasia, lo que hace a esta película en una comedia negra perfecta para reír… y llorar. El vampiro Pinochet literalmente chupó la sangre de miles de chilenos y su negro legado se extendió como una maldición sobre las siguientes generaciones.
Escribí al inicio de esta entrada que este filme es un necesario recordatorio de las atrocidades de Pinochet, porque recientemente se dio a conocer un sondeo en el que el 36 por ciento de los chilenos cree que los militares tuvieron razón al dar el golpe de Estado.
Vía Netflix
Enmarcada en una bella fotografía en blanco y negro, y cuya fría atmósfera se alinea a la personalidad del personaje principal, esta cinta llega puntual al 50 aniversario del inicio del régimen militar. No hay que olvidar jamás a los muertos, a los miles de torturados y desaparecidos, a las familias destruidas, a los exiliados, y los muchos recursos económicos desviados por Pinochet y sus más allegados, a paraísos fiscales alrededor del mundo.
LEER: Reseña de Argentina, 1985, el cine para no olvidar
¿Qué te ha parecido esta reseña de El Conde, de Pablo Larraín? Nos encantará leer tus comentarios en nuestras redes sociales.
