Reseña de Argentina, 1985

Reseña: Argentina, 1985, el cine para no olvidar

¿Cuándo es seguro decir que una película es perfecta? De entrada, es complicado definir categorías objetivas que la califiquen como tal. Podríamos tomar en cuenta tanto la calidad del guion como la de sus actuaciones. También se considerarían la cantidad de salas llenas que consigue y por cuanto tiempo. O el criterio más importante con el que solemos clasificar el valor de una producción: su capacidad de instalarse en el corazón de los espectadores. La nueva película de Santiago Mitre, que resultó ser la enviada de Argentina para la próxima edición de los Oscars, cumple con todos estos valores cinematográficos e insta al país a preservar la democracia que tanto le costó construir. Acompáñanos en nuestra reseña de Argentina, 1985 (2022) para conocer más sobre la historia sudamericana que recorre los cines de todo el mundo.

Luego de los destrozos y la sangre derramada que deja la última dictadura militar en Argentina, dos fiscales y su equipo buscan apresar a los autores de aquel período antidemocrático.

Argentina, 1985 (2022)

Director: Santiago Mitre
Guionistas: Mariano Llinás, Santiago Mitre
Reparto principal: Ricardo Darín, Peter Lanzani, Alejandra Flechner, Norman Briski
Género: Drama histórico
País: Argentina
IMDb: 8.1

Relevancia histórica

Aunque pocos lo admitan en voz alta, es sabido que muchos críticos miran con malos ojos a los dramas históricos. Según ellos, su éxito depende más del contenido de la historia que de su montaje y cinematografía. Es decir, se corre el rumor de que la Academia termina valorándolas solo por la gravedad de los temas que las películas tratan. Este tipo de reclamos sin fundamento suelen escucharse con mucha reiteración alrededor del cine argentino, cuya mayoría de películas premiadas tocan la última dictadura sufrida por el país.

Los dramas históricos como Argentina, 1985, suelen ser vistos con malos ojos.
Fuente: Amazon Studios

Si bien es cierto que Argentina no escatima en la creación de películas políticas e históricas, sería incrédulo (y un poco cínico) decir que todas ellas apuntan a ser galardonadas. Desde La historia oficial (1985) hasta El secreto de sus ojos (2009), todas las producciones acerca del Proceso de Reorganización Nacional eligen, sin ánimo de ser aclamadas, con qué herramientas darse a conocer. Algunas son documentales crudos, o se organizan en formato de serie o mini serie. Unas buscan el mero acto de dejar el llamado a la memoria plasmado, y otras quieren que la misma se reavive pasando de boca en boca. Para esto último, apuntan a usar las emociones que el cine permite suscitar. Santiago Mitre las maneja a la perfección, y en ellas se generan las únicas críticas negativas que tiene Argentina, 1985.

El logro cinematográfico

Según críticos varios, Argentina, 1985 peca de usar los modos típicos del cine de crimen y juicio estadounidense. Dicen que la película se siente poco nacional, y que busca encantar a los jurados de los festivales internacionales más importantes. Bueno, tienen razón en que Santiago Mitre incursiona en dichos estereotipos cinematográficos. Y es justamente eso lo que hace a su creación brillante. Dentro de un hecho histórico que se compone de una agonía comunitaria imposible de categorizar, el director logra crear una trama y figuras de representación.

Argentina, 1985, brilla en sus figuras de representación comunitaria.
Fuente: Amazon Studios

La mayoría de los dramas históricos eligen centrarse en una historia individual y, desde allí, metaforizar el dolor grupal. Gracias a los logros de la narración, Argentina, 1985 sintetiza en dos horas y veinte minutos las cicatrices de la dictadura en cada uno de los argentinos. Escuchamos los reclamos de los estudiantes, los políticos, los militantes, las abuelas de Plaza de Mayo, las mujeres embarazadas y sus hijos desaparecidos. Tambien oímos a los descreídos, los que apoyan la violencia por convicción y a los que la acatan por obligación. Santiago Mitre trabaja los viejos métodos de creación de representación comunitaria en pocas entidades, y logra una cinta con la que todos se identifican, no solo en Argentina, sino también en el mundo entero.

Esperamos que te haya gustado nuestra reseña de Argentina, 1985. ¿Qué otros dramas históricos conoces? Queremos oírte en nuestras redes sociales.

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