Curiosidades de The Passion of the Christ, las últimas 12 horas de Jesús

Si de películas religiosas hablamos, ninguna tan ineludible como la dirigida por Mel Gibson. Su largometraje acerca de La Pasión de Cristo, denominación que engloba todos los acontecimientos ocurridos entre La Última Cena y la crucifixión de Jesús, fue un antes y un después para el cine religioso y para la Iglesia católica. De hecho, otros lideres de distintas religiones y sus comunidades discutieron la cinta, y la gran mayoría dejó las diferencias en cuanto a creencias de lado para llegar a una conclusión general: la historia de Jesús vista desde el ojo de Mel Gibson impactó hasta al menos creyente de los espectadores, y eso tiene una importancia vital para la fe mundial.

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Para saber más acerca de su relevancia social, cultural e histórica, acompañanos a revisar estos datos curiosos de The Passion of the Christ (La pasión de Cristo, 2004).

1. Documentos hechos cine

The Passion of the Christ comienza con el hecho bíblico Oración en el huerto de Getsemaní, donde Jesús se muestra humano y angustiado por su próxima crucifixión. Luego, continua con la traición de Judas Iscariote y el episodio de Cristo en la columna. Le siguen el sufrimiento de María profetizado por Simeón, la crucifixión, muerte, y resurrección. En el medio, encontramos otros momentos de la vida de Jesús narrados en forma de flashbacks, como El sermón de la montaña.

La mayoría de estos pasajes bíblicos llevados al cine construyen las últimas 12 horas de Jesús de Nazaret. En ese sentido, aunque los evangelios canónicos fueron el texto fuente más importante, Mel Gibson dijo haber consultado otros textos para crear la cinta. Ello creó bastante polémica, ya que uno de los documentos en cuestión era La dolorosa pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Su autora, la beata Ana Catalina Emmerick, fue objeto de devoción y de detracción por tener estigmas y visiones donde Jesús le cedía su cruz.

2. Diferencias respecto a la fuente original

Otra razón por la que Mel Gibson fue ampliamente señalado tiene que ver con aquellas escenas de la película sin antecedentes bíblicos comprobables. Por ejemplo, en el inicio de la cinta Jesús es acosado por Satanás y posteriormente pisa una serpiente con el tobillo. Si bien el último hecho es una referencia a un pasaje de Génesis donde los cristianos debaten una profecía acerca del Mesías, los acontecimientos como tales no ocurrieron en ningun evangelio canónico.

The Passion of the Christ está repleta de estas disrupciones y originalidades, pero cabe resaltar una en especial debido a los comentarios y grietas que generó en los espectadores del largometraje. Hablamos de la escena en la que Jesús recibe los azotes, donde podemos ver como Satanás carga a un bebe demoníaco. Varias entidades católicas acusaron a Mel Gibson de intentar corromper el tema artístico Virgen con niño, una conocídisima representación artística que ilustra a la Virgen María junto con el Niño Jesús. Lejos de defenderse, Mel argumentó que eso era precisamente lo que quería conseguir con las escenas relacionadas a la crucifixión: la corrupción de lo bello, lo bueno, lo puro, aunque sin ánimo alguno de ofender a la comunidad cristiana.

3. La importancia de la lengua

Uno de los peculiares datos curiosos de The Passion of the Christ es que la cinta fue rodada en latín, hebreo y arameo con subtítulos. Mucho antes de comenzar a filmar la película, Mel Gibson anunció que haría uso de dos lenguas antiguas sin subtítulos y que se apoyaría en el poder de la narrativa pictórica, es decir, la capacidad de cada escena de transmitir sin decir. Él confiaba en que los espectadores conocerían de memoria la historia de Jesús y creía que usar el lenguaje americano moderno sería contraproducente.

Mel Gibson y Benedict Fitzgerald escribieron el primer borrador del guión en inglés. Luego, este fue traducido al latín y al arameo reconstruido por William Fulco, un especialista en estudios sobre el antiguo Mediterráneo. Él tomó algunas decisiones que hicieron del guión uno de los más importantes dentro del cine católico. Por ejemplo, empleó el uso de errores en la pronunciación y terminación de algunas palabras cuando los personajes hablaban un lenguaje que les era ajeno. Además, Fulco decidió no subtitular las palabras crudas de los soldados romanos para reforzar la idea de Gibson acerca de la narrativa pictórica.

4. Un actor todoterreno

Antes de comenzar a filmar The Passion of the Christ, Mel Gibson le advirtio a Jim Caviezel que interpretar a Jesús en una cinta que hasta el director consideraba controversial iba a arruinar su carrera. Años más tarde, Jim le daría la razón a Gibson, revelando que luego de aquél polémico protagónico pocas producciones buscaron contratarlo como actor. Sin embargo, Jim no se muestra arrepentido de su participación e incluso la define como una de esas experiencias que solo ocurren una vez en la vida.

Y verdaderamente lo fue, pero por razones que están lejos de ser las ideales. Hablamos de las mil y una dificultades que el actor tuvo que experimentar durante la filmación. Sin ir más lejos, fue azotado accidentalmente dos veces durante la escena de los azotes, se dislocó el hombro al cargar una pesadísima cruz, y contrajó hipotermia y neumonía luego de filmar aquella escena en la que cuelga de la cruz durante el crudo invierno italiano. Quizá lo más impactante sea el haber sido golpeado por un rayo en dos ocasiones, de las que salió prácticamente ileso.

5. Entendiendo la tragedia

Como ya es sabido, el cine es una de las principales herramientas educativas en el mundo entero. Gracias a las películas, alumnos de distintas edades consiguen tener una impersión duradera de distintos conceptos que, normalmente, serían aprendidos en libros escolares o universitarios y desaparecerían de la memoria en cuestión de días. En una época donde las nuevas generaciones se acostumbraron a incorporar información desde las imágenes, el séptimo arte supo cumplir un rol importantísimo.

Por ello, no es raro que The Passion of the Christ haya sido y sea proyectada en múltiples instituciones católicas desde su estreno. Es uno de los largometrajes que ha retratado de forma más cruda y visceral lo que fueron las últimas horas de Jesús. La escena de los latigazos no escatima en sangre ni en tiempo en pantalla, y la crucifixión no omite sufrimiento alguno. Mel Gibson defendió la violencia utilizada en la cinta, alegando que era la justa y necesaria para que comencemos a darnos cuenta de lo que realmente significó el sacrificio de Jesús. Él mismo explica que, de niño, no lograba simpatizar con el dolor de sacrificarse por un otro, ser azotado y colgado en una cruz. Lo que antes nombramos como narrativa pictórica nos acerca a la comprensión emocional del tema en cuestión.

6. El arte hecho cine

Como vimos anteriormente, The Passion of the Christ hace constante uso de representaciones artísticas de La Pasión de Cristo. El Viacrucis, compuesto por 14 estaciones que retratan el camino de Jesús desde su arresto hasta su resurección, es en esta cinta la conversión más importante de un arte a otro, de la pintura al cine. No solo goza de gran importancia en ambas áreas, sino que además es un hecho capital dentro de la vida de Jesús, y consecuentemente de La Biblia.

El Viacrucis fue motivo de desvelo para varios pintores. Desde El Descendimiento de la cruz de Rembrandt hasta el Cristo Crucificado de Murillo, el hecho bíblico encontró distintas maneras de hacerse más comprensible al habitar una imágen y ya no una idea. Finalmente, termina de alcanzar su nivel máximo de inteligibilidad cuando las películas acerca de la muerte de Jesús comienzan a proyectarse en el mundo entero. The Passion of the Christ no es para nada la excepción. La crudeza de su propio Viacrucis logró asentarse permanentemente en la memoria de todos sus espectadores.

7. Los rumores de una secuela

En junio de 2016, el guionista Randall Wallace dió la primicia de que estaba trabajando con Mel Gibson para hacer una secuela de The Passion of the Christ, esta vez haciendo foco en la resurrección de Jesús. Recordemos que Wallace y Gibson colaboraron juntos en Braveheart (Corazón valiente, 1995) y We Were Soldiers (Fuímos heroes, 2002). En la primera, Mel ocupó los roles de director y actor principal, mientras que Wallace escribió el guión. En la segunda, Wallace fue director y guionista, mientras que Mel encarnó al protagonista del largometraje.

Respecto a esta polémica supuesta secuela, Mel declaró estar interesado en dirigir la segunda parte, aunque estimó que tardaría por lo menos tres años en preparar solo un poco de lo que sería una película del tamaño de The Passion of the Christ. Según él, parte de la película tendría lugar en el infierno y mostraría escenas relacionadas a los ángeles caídos. Por lo pronto, sabemos que Jim Caviezel estuvo en tratativas con Gibson para volver a interpretar su rol, además de que el último le envio al actor el tercer bosquejo del guion hace dos años.

¿Qué te parecieron estos datos curiosos de The Passion of the Christ? ¿Crees que tendremos una secuela? Queremos leerte en nuestras redes sociales.