Cuando hablamos de los juguetes asesinos, Chucky tiene un lugar especial en nuestros corazones. Lo siento mucho, Anabelle, pero con siete películas, un remake y una serie, este tiene que ser el muñeco malvado más popular del entretenimiento. Aquí te vamos a contar algunos datos curiosos sobre su creación y la verdadera historia de Chucky: el muñeco diabólico (1988).
El inesperado éxito de Chucky catapultó a Don Mancini a la fama; pero su guion pasó por varios cambios y un arduo proceso de producción. En realidad, Mancini no ha hecho gran cosa fuera de Chucky, pero con esta saga bastó para marcar la historia del cine, de los muñecos asesinos y de los slashers.
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1. El origen de Chuky iba a ser muy diferente
Como mencionó en un panel especial, el recién salidito de la universidad Don Mancini vio el episodio «Talky Tina» de The Twilight Zone, su primer acercamiento al trope de muñecos asesinos. El origen de esos muñecos siempre es muy diferente, una maldición específica, una persona que se transforma en muñeca, un títere hecho de madera maldita, etc.
Antes de escribir la historia del asesino Charles Lee Ray que hizo un ritual para poseer el cuerpo de uno de los muñecos, Mancini ya tenía al personaje de Andy en mente. Originalmente, el muñeco era la manifestación del enojo de un niño pequeño que hace un ritual cortándose y poniendo su sangre en el muñeco que por algún motivo, también tenía sangre. Además, los asesinatos estaban enfocados en los adultos a los que Andy odiaba, como la maestra o la niñera.
Una historia un poco más perturbadora que se reescribió cuando el estudio pidió que se integrara a un nuevo guionista: John Lafia. Este escritor propuso la idea de la posesión y la magia vudú que encantó al resto de la producción. Sin embargo, a Mancini, nunca le encantó esta trama con la que tuvo que quedarse durante las secuelas… claro que, sí que le ha sacado provecho al tema vudú, especialmente en Cult of Chucky (2017).
2. El título original no era Child’s Play
La verdadera historia de Chucky: el muñeco diabólico y su título incluye a Steven Spielberg. Mancini había titulado a su película Batteries Not Included (No se incluyen baterías). Pasó su guion a algunos compañeros que estaban estudiando cine con él, quienes lo pasaron a productores con más experiencia. Fue uno de ellos quien le dijo a Mancini que Spielberg ya estaba trabajando en una película con el mismo título, *batteries not included, mejor conocida en Latinoamérica como Milagro en la calle 8.
Después, decidió cambiar el título a Bloody Budy (Budy sangriento), ya que en lugar de Chucky, el nombre original del muñeco era Budy. Además, ¿recuerdas que te mencioné en el punto anterior que el muñeco sangraba? Junto con la extraña idea del muñeco sangrante, Bloody Budy se fue para dejar paso a Child’s Play y Chucky… afortunadamente.
3. Chucky está inspirado en dos muñecos famosos
Las populares muñecas Cabbage Patch que tenían la firma de Santa, fueron especialmente populares en los 80 y 90. Si eres un millennial, sin duda sabes de lo que estamos hablando. Pues bien, Don Mancini quería hacer una sátira de la locura por estas muñecas. ¿Qué pasaba por la cabeza de Mancini? El efecto del marketing en las compras obsesivas y en los niños. El padre de Mancini trabajaba en esa industria, así que el guionista era consciente del poder de la publicidad.
Pero además, hubo un muñeco que se vendió en Estados Unidos y que, aunque no tuvo la popularidad y publicidad de las Cabbage Patch, tenía la personalidad y estilo de nuestro querido Chucky: Corky. Esta muñeco «hablaba», y de hecho el actor que le prestó la voz, Edan Gross, también llegó a realizar algunas tomas para los Chuckys que no estaban poseídos.
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4. El nombre Charles Lee Ray está inspirado en tres asesinos
La verdadera historia de Chucky: el muñeco diabólico es la del asesino en serie Charles Lee Ray, también conocido como el Estrangulador de Lake Shore. Él fue un estudiante de John Bishop, un maestro vudú a quien también llamaban Doctor Muerte. Escapando de la policía, y después de asesinar a una mujer a la que secuestró, Charles recuerda sus lecciones con Bishop y en un momento desesperado decide traspasar su alma a un muñeco con ayuda del Corazón de Damballa, un amuleto vudú.
Un asesino tan horrible tenía que tener un nombre perturbador. Así es como los guionistas eligieron a Charles Manson, el líder de un culto de asesinos que mataron a Sharon Tate; a Lee Harvey Oswald, el francotirador que asesinó a John F. Kennedy; y a James Earl Ray, el asesino de Martin Luther King Jr.
5. Tom Holland no fue la primera opción para dirigir
Después de que John Lafia le hizo algunos arreglos al guion, la producción comenzó a buscar directores. Don Mancini y el productor David Kirschner hablaron con William Friedkin (The Exorcist) y con Irvin Kershner (The Empire Strikes Back).
Cuando hablaron con Tom Holland, el director declinó la oferta de inicio. Tanto Mancini como Kirschner querían a Holland en la dirección gracias a Fright Night y Psycho II. Finalmente, Holland aceptó pero pidió formar parte de las revisiones del guion, convirtiéndose también en co-escritor junto a Lafia y Mancini.
6. Manejar a Chucky requirió mucho tiempo y a muchas personas
El CGI era una tecnología nueva cuando la saga de Chucky estaba arrancando, es por eso que el muñeco era una marioneta en la primera película. Sin embargo, aunque las marionetas logran verse más reales (y para muchos, mejor), no fue sencillo controlarla.
La mayoría de las escenas se hicieron con un animatronic, es decir un robot marioneta. Tenía que haber 11 personas del crew manejando cada parte de este robot, desde sus piernas hasta sus cejas. El supervisor de efectos especiales, Howard Berger, ha dicho que tuvieron que hacer hasta 27 tomas sólo para que Chucky apretara un botón.
7. Algunas escenas se hicieron con un actor… y fue peligroso
Las escenas más complejas se tuvieron que filmar con un actor real, Ed Gale, quien también interpreta a Howard the Duck. Para que esto funcionara, se construyeron sets 30% más grandes de lo normal. Sin embargo, las tomas fueron complicadas porque la máscara de Chucky que Gale usaba, no siempre se veía bien.
Además, Gale fue quien hizo las secuencias en las que incendian a Chucky, y sí… la producción le prendió fuego. Claro, esto se hizo de manera controlada y con un traje especial; cada incendio duró alrededor de 45 segundos. Sin embargo, en una de las tomas, Ed Gale se lastimó seriamente la espalda debido a una caída en la escena de la chimenea.
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