Explicación final de Animales Nocturnos

Explicación final de Animales Nocturnos: Una elegante venganza

Hay películas que no son fáciles de ver, necesitan concentración, poner atención a los detalles y aun así hay múltiples interpretaciones. Aquí te desmenuzamos una de esas historias complejas, dirigida por el diseñador y cineasta Tom Ford, Animales nocturnos, la explicación final.

¡ALERTA! Sí llegaste aquí asumimos que ya viste la película, si no lo has hecho te aconsejamos que te lances a verla, pero si eres de los que se arriesgan continúa leyendo.

Basado en la novela Tony y Susan de Austin Wright, Animales nocturnos narra la vida de Susan (Amy Adams), una mujer que parece tener la vida perfecta, un buen trabajo en una galería de arte, una casa enorme llena de lujos y un marido de ensueño: empresario, guapo y con dinero. Tras la aparente perfección, su estabilidad se ve permeada cuando llega a sus manos la novela inédita de su exmarido. Un relato crudo que le remueve sentimientos, reabre heridas y la hace cuestionar sus decisiones de la manera más profunda y cruel posible.

Animales nocturnos (2016)

Director y guionista: Tom Ford
Reparto principal: Amy Adams, Jake Gyllenhaal, Michael Shannon
Género: Thriller/ Drama
País: Estados Unidos
IMDb: 7.5

Una historia, tres relatos

El filme consta de tres líneas argumentales. Por un lado, nos describe la calma tensa del presente, un mundo superficial donde la mentira es la base de su existencia añorando en todo momento recuperar la ilusión y el ímpetu del pasado. Paralelamente regresamos en el tiempo cuando Susan compartió su vida con el aspirante a escritor, donde rechazaba a su familia, las reglas sociales y el estatus que ésta le proporcionaba. Ese pasado en el que podía elegir ser diferente a su madre y romper con los estándares que caían sobre ella, pero sus elecciones la condujeron por un camino diferente.

Amy Adams en Animales Nocturnos: Una elegante venganza
Animales nocturnos consta de tres líneas argumentales.

La tercera narración se centra en la ficción, el manuscrito de su exmarido: una historia desesperada, cruda, llena de violencia, retrata la maldad humana en su estado más puro donde la venganza se disfraza de justicia. Este relato le da sentido a toda la película, conecta el pasado con el presente y hace que el futuro tome un nuevo significado.

Hasta este punto, Susan no sentía culpa por el desenlace de su relación, pero al sumergirse en las páginas, la historia la consume y toma conciencia del daño que causó con sus decisiones. Esa lectura tambalea su mundo perfectamente estructurado, los remordimientos aparecen replanteando sus ideales y cuestionando su vida. Esta línea temporal le brinda profundidad a la trama y ayuda para que en Animales nocturnos la explicación final sea una interpretación abierta llena de matices y significados.

La maestría del color

Una parte fundamental del guion es el lenguaje no verbal. Cada detalle que aparece en pantalla, desde el encuadre hasta los accesorios de los personajes forman parte de un engranaje que complementa las acciones y sentimientos de los personajes. 

El lenguaje no verbal es parte fundamental de Animales nocturnos.
Una parte fundamental del guion es el lenguaje no verbal.

Las tres líneas temporales tienen características visuales independientes. Comienza con tonos oscuros pero llenos de luz con tomas que manifiestan la elegancia y la riqueza; el rojo resalta, las obras de arte hablan y tanto la soledad como la melancolía impregnan el ambiente. A diferencia de los flashbacks que tienen un aura esperanzadora, los tonos naranja manifiestan la naturalidad e ingenuidad de los personajes. Conforme la trama avanza, la pantalla oscurece y ahora domina una neblina grisácea, como las emociones de los personajes.

El color para el tercer eje argumental hace justicia a su trama, sostiene el ambiente tenso, sucio, frustrante y lleno de incertidumbre. Marca una realidad en la que no hay esperanza, donde las ilusiones mueren, los escenarios oscuros carentes de luz, rojos violentos y tonos verdes sólo exaltan la violencia de las escenas. Sin lugar a dudas Ford maneja el lenguaje visual a la perfección.

Las metáforas crean la historia

Cada detalle en el montaje representa algo más profundo, el filme está plagado de metáforas que le dan valor y un significado lógico a toda la historia. La primera escena es muestra de ello, las mujeres desnudas con una masa corporal lejos del estereotipo aceptado es la mayor alegoría, da pie a lo que se viene: una historia grotesca, exuberante, llena de excesos y opulencia pero de una belleza exquisita. 

Animales Nocturnos está plagado de metáforas que le dan valor a la historia.
Animales Nocturnos está plagado de metáforas que le dan valor y lógica a la historia.

Si de simbolismos se trata, la novela de Edward (Jake Gyllenhaal) se lleva la palma, esta ficción ensambla toda la historia. Cada personaje, situación y acción encarna el odio, la frustración y el rencor que tiene hacia su ex esposa. Su objetivo es dañar, vengar a su hija no nacida, la infidelidad y el abandono del que fue víctima de la manera más cruda y dañina posible. Demostrándole a Susan que ya no es aquel hombre que conoció. 

La novela de Edward (Jake Gyllenhaal) se lleva la palma, esta ficción ensambla toda la historia.
La novela de Edward (Jake Gyllenhaal) se lleva la palma, esta ficción ensambla toda la historia.

Una silla vacía

Para concluir este espectáculo cinematográfico, el director nos regala una silla vacía llena de significado, como lo fue todo el filme. Esa silla en un restaurante de lujo representa la soledad Susan, el dolor que se causó por egoísmo, que no importa lo que haga las cosas nunca volverán a ser iguales; es un choque con su realidad donde tiene que afrontar las consecuencias de sus elecciones. Una silla vacía puede condensar toda una vida.

Es complejo hacer un análisis de cada detalle de este thriller psicológico, pero aquí te dimos bases sólidas para que mires esta obra desde otra perspectiva y le des a Animales nocturnos la explicación final con la que tú quedes satisfecho.

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