Parte de la formación de grandes cineastas consiste en contar sus primeras historias a través de cortometrajes; ya sea para fondear sus óperas primas, como Robert Eggers con The Witch, o para demostrar su potencial como el caso de Lick the Star, el primer corto de Sofia Coppola. En el caso del cortometraje Tama tū (2005) de Taika Waititi, se trata del cuarto trabajo cinematográfico en este formato para el neozelandés, quien por cierto ayer celebró su cumpleaños 47.
Esta producción cuenta la historia de un grupo de soldados que se ve forzado a atrincherarse en unas ruinas mientras espera a que haya mejores condiciones para continuar en la batalla. Para hacer más llevadera su estancia, y al mismo tiempo no ser detectados por el enemigo, se distraen con algunas bromas en medio de un silencio que sólo es interrumpido por el sonido propio de la guerra.
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Tama tū (2005)
Director y guionista: Taika Waititi
Reparto principal: Tammy Davis, Taungaroa Emile, Rob Mokaraka
Género: Drama, Comedia, Bélico
País: Nueva Zelanda
Duración: 17 minutos
IMDb: 7,2
Sinopsis: Seis soldados del batallón maorí acampan en ruinas italianas mientras esperan que caiga la noche. En el silencio los compañeros de armas se distraen con bromas. Tras una especie de señal, son devueltos a la realidad y se reúnen para decir un karakia (oración maorí) antes de volver al campo de batalla.
Chicos en pie de guerra
El cortometraje Tama tū de Taika Waititi es un homenaje al Batallón 28, mejor conocido como el Batallón Maorí. Este batallón de infantería perteneció al Ejército de Nueva Zelanda y sirvió durante la Segunda Guerra Mundial. Se dice que su participación en este conflicto bélico significó para los maoríes la oportunidad de demostrar su valía y potencialmente asegurar su autonomía.
Tama tū significa en maorí “chico de pie”, y tiene que ver con la percepción que Waititi tiene de estos valerosos hombres. El director describe a los soldados como “jóvenes con un vínculo especial, fortalecido por su carácter, su cultura y entre ellos». No pertenecían a los países involucrados, pero lucharon y murieron porque eran guerreros de corazón.
El sello de Taika Waititi
Gracias a este trabajo Taika Waititi comenzó a recibir reconocimiento internacional, así como varios premios entre los que destacan menciones de honor en los festivales de Sundance y Berlín. Un toque fino de humor en medio de la tragedia es algo que se le da a la perfección al neozelandés. Ya lo vimos pulir esta técnica en su aclamada película Jojo Rabbit de 2019.
No obstante, esto no se trata sólo de reír. Tanto con Tama tū, así como con Jojo Rabbit, Taika nos recuerda que en medio de la destrucción y el caos hay seres humanos con creencias y sentimientos; son jóvenes que son enviados a matar, pero que instintivamente sólo buscan sobrevivir.
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