En la historia del cine de terror nipón, una cinta de 1998 marcó un hito al llevar al plano internacional una macabra leyenda. Se trata de Ringu, mejor conocida como El Aro japonesa, ya que, a pesar de ser la original y de gozar de popularidad en su país, saltó a la fama mundial luego del remake hollywoodense del año 2002. Esta es nuestra reseña retro -y sin spoilers– de esta película de culto infaltable en el mes del terror.
La trama sigue a Reiko, una periodista cuya sobrina muere en extrañas circunstancias, al parecer relacionadas con un supuesto video que causa la muerte de quien lo ve. Al tratar de desentrañar este misterio, se verá envuelta en la maldición y contará con siete días para evitar su trágico destino.
El Aro (Ringu, 1998)
Director: Hideo Nakata
Guionista: Hiroshi Takahashi
Reparto principal: Nanako Matsushima, Miki Nakatani, Rikiya Otaka
Género: Horror, Misterio
País: Japón
IMDb: 7,2
Sinopsis: En una pequeña localidad japonesa, entre los estudiantes circula una leyenda en torno a un video maldito, el cual al verlo provoca la muerte. Tras el fallecimiento de su sobrina Tomoko, una periodista investigará si este suceso está relacionado y cuál es su origen.
La leyenda
El Aro japonesa, así como sus subsecuentes secuelas, precuelas y versiones para otros países, está basada en la novela de Koji Suzuki publicada en 1991. Este libro obtuvo mucho éxito y ya en 1996 tenía una versión radiofónica y otra en manga. Sin embargo, Suzuki se inspiró a su vez en el «El fantasma de Okiku», una desgarradora historia que habría sucedido durante el siglo XIV en Japón.
Según los dichos populares, Okiku era una bella y cautivadora joven de largos cabellos negros, piel de porcelana, ojos grandes y labios rojos. Gracias a sus atributos fue invitada por la aristocracia a trabajar en el Castillo de Himeji. Ella debía cuidar 10 platos de oro y servir al samurái Tessa Aoyama, quien se obsesionó con la joven desde la primera vez que la vio.
A pesar de ser un hombre casado, le pidió a Okiku que fuera su amante y a cambio tendría riqueza, pero ella lo rechazó. En venganza, el samurái escondió uno de los platos y la culpó del robo. La joven intentó explicar su inocencia, pero nadie la escuchó y, convencida de que no había salida, se quitó la vida lanzándose a un pozo a las afueras del castillo.
El samurái perdió la cordura y empezó a soñar que el cuerpo de la joven, ya en estado putrefacto, se arrastraba fuera del pozo. Harto de la aparición de Okiku, decidió dejar de dormir hasta que, al séptimo día, su cuerpo no resistió más y murió de un derrame cerebral.
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Más con menos
La versión americana de El Aro (The Ring, 2002), dirigida por Gore Verbinski y protagonizada por Naomi Watts, ha sido una de las cintas más exitosas del género y abrió la puerta para que Ringu fuera conocida en todo el orbe. De hecho, su director Hideo Nakata fue elegido para participar en la segunda entrega de la saga estadounidense, El Aro 2 (The Ring 2, 2005).
No obstante, ninguna de las cintas que le siguieron lograron causar el impacto que tuvo la primera parte. En el caso particular de El Aro japonesa, el encanto radica en su sencillez. Con pocos recursos logra mantener en suspenso y tensión a lo largo de sus casi 100 minutos de duración. Es cierto que los recursos de Hollywood son envidiables, pero esta cinta da una lección para los realizadores: se puede generar horror auténtico sin sobresaltos innecesarios, sangre por doquier y sobreexposición de entes malignos.
El éxito fue tal que el largometraje recaudó 49 millones de dólares en taquilla e influenció a toda una generación de cineastas. Así que, si aún no eres parte de su legión de fans, es tiempo de ponerte al día para estar a tono con la época más tenebrosa del año.
Vía: Ezpoiler
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