Aunque el 2024 está lejos de terminarse, ya podemos definir una de las películas que más decepcionó al público y a la crítica especializada. En esta reseña de The Bikeriders, exploramos la última creación de Jeff Nichols, donde Tom Hardy interpreta al creador y líder de un importantísimo club de motos que existe en la vida real, el Vandals Motorcycle Club. Aunque todo parece ir viento en popa con la manada, el personaje de Hardy comienza a vislumbrar el fin de su imperio, y debe encontrar quien continúe su legado antes de que sea demasiado tarde.
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The Bikeriders (2024)
Dirección y guion: Jeff Nichols
Reparto principal: Jodie Comer, Austin Butler, Tom Hardy, Michael Shannon, Mike Faist, Boyd Holbrook y Damon Herriman
Género: Crimen, Drama
País: Estados Unidos
IMDb: 6,8
Actuaciones vacías
El primer problema de The Bikeriders son las performances del dúo central, Tom Hardy y Austin Butler. Ellos buscan asentarse a fondo en el arquetipo del motociclista, pero solo consiguen encarnar una suerte de parodia del mismo. Si bien el actor de Venom logra algunos buenos momentos por aquí y por allá, su contraparte no le aporta nada en absoluto a la producción. Y ello es preocupante, siendo que tiene el papel principal.
Fuente: Universal Pictures
Cuando Butler le dio vida a aquel imponente Feyd-Rautha en Dune 2, no solo nos quedamos con ganas de más, sino que afirmamos que la estrella había encontrado su rumbo. Ahora, viéndolo en retrospectiva, tal actuación brillante parece haber tenido más que ver con la grandilocuencia del filme que con los logros del actor.
En su título más reciente, parece haber retrocedido de forma tal que solo un gran personaje podría devolverlo a aquel estatus que había adquirido de la mano de Denis Villeneuve. Para resaltar, solo cabe aplaudir a Jodie Comer, que se cargó la cinta en la espalda y logró llevarla a un puerto más o menos seguro. Hace tiempo sabemos que la actriz es brillante, pero su papel de Kathy Bauer solidificó dicha fama.
Una diégesis estática
El segundo elemento que disminuye la calidad de la película es su trama monotemática. La historia que se cuenta tiene diversos altos y bajos, pero todas esas secuencias narrativas tienen el mismo color. No parece haber una jerarquía que ordene tales hechos según su importancia. Por ejemplo, una muerte central es contada con la misma ligereza que una pelea casual. Incluso, da la sensación de que lo más importante son las motos que rugen entre dichas escenas cruciales, restándoles todo su poder.
The Bikeriders parece haber sido creada solamente para los fanáticos de las motocicletas, y, en ese sentido, cumple de forma positiva. Aquellos que vayan al cine más interesados por los vehículos y los clubes de vándalos formados alrededor de ellos saldrán satisfechos. Por otro lado, los espectadores que le dediquen su tiempo esperando algún tipo de elemento narrativo sólido van a terminar bastante decepcionados.
En todo caso, se trata de una producción digna de ver en pantalla chica, en esos momentos donde uno no sabe qué título escoger. Como se mencionó anteriormente, la cinta tiene una historia interesante por sí sola, pero el tratamiento narrativo que se le da la aplana al extremo. Quedará ver cuáles son los próximos proyectos que Austin Butler fichará en su agenda para poder rescatarse de este abismo.
