Hay películas que se convierten en parte del modo en el que ves la vida. Una cinta que en cierto modo definió mi vida amorosa es Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, 2004). Ese enorme monumento a la complejidad de las relaciones fue construido por Charlie Kaufman, quien recientemente estrenó su nueva película en Netflix sobre la cual te dejo mi reseña: Pienso en el final (I’m Thinking of Ending Things, 2020). Claro, sin spoilers.
Pienso en el final comienza con una chica, quien acompaña a su novio a casa de sus padres. Sin embargo, la visita se tornará cada vez más extraña, mientras en su cabeza resuena una y otra vez la idea de cortar con su pareja, de pensar en el final. Poco a poco, esto comienza a ligarse con un instante muy particular en la vida de un conserje.
Para no entrar en detalles más reveladores, con el paso de los minutos, descubrimos que precisamente el conserje es realmente el personaje principal. Es a través de él se va revelando el tema principal de la cinta: las posibilidades que tenemos a lo largo de la vida, incluso las que dejamos pasar, así como el peso que tienen en nuestra consciencia.
Como pasa en otras películas de Charlie Kaufman, Pienso en el final no es una película sencilla. Requiere de nuestra atención de principio a fin. Una vez que el espectador tiene todo el cuadro completo es capaz de apreciar la belleza de la obra y la complejidad del guion. Esto le hace destacar de la mayoría de las cintas que hemos visto en 2020.
Además de trabajar en la esencia de Pienso en el final a través del guion, Kaufman también estuvo detrás de la dirección de la película. De hecho, es el tercer filme en el que trabaja como director, después de Anomalisa (Anomalisa, 2015) y Nueva York en escena (Synecdoche, 2008), la cual se estrenó en el Festival de Cine de Cannes.
Las posibilidades que se transforman en remordimientos
Pienso en el final se basa en el libro homónimo de Iain Reed, aunque Kaufman sólo lo toma como punto de partida para hacer algo totalmente diferente. Esto es similar a lo que el cineasta hizo con El ladrón de orquídeas (Adaptation, 2002). A partir del texto el guionista y director construye los últimos momentos en la vida de un hombre.
Kaufman crea toda una oda con las posibilidades de la vida del protagonista. Esto da mucha tela de donde cortar. Pienso en el final aborda con igual maestría las relaciones de pareja, la construcción de la idealización de la belleza, los momentos y características que nos definen, entre muchos otros.
Pienso en el final, mucho talento en pocos personajes
Para crear este cuadro de posibilidades imposibles, Kaufman echa mano de una reducida cantidad de personajes interpretados por un gran elenco. Jake, el protagonista, es interpretado por Jesse Plemons, quien también participó en Breaking Bad. Jesse Buckley (que salió en Chernobyl) le da vida a la novia. Toni Collette y David Thewlis son los padres.
Cada uno de estos personajes tiene su espacio y su tiempo para desarrollarse y destacar. No obstante, Plemons es uno de los mejores trabajados, quien puede llegar a provocar sentimientos tanto de compasión como de repudio total. Buckley también sobresale por sus soliloquios y por su transformación a lo largo de la cinta.
Pienso en el final no es una película fácil de ver, como la mayoría de las cintas de Kaufman. Una vez que se unen todas las piezas y que se comprende toda la historia, el resultado es conmovedor y evocador. Sin duda, lleva al propio espectador a meditar en sus propias posibilidades.
Pienso en el final (I’m Thinking of Ending Things, 2020)
Director y guionista: Charlie Kaufman
Género: Drama, thriller
IMDb: 6.8
Sinópsis: La historia comienza con una chica que acompaña a su pareja a casa de sus padres. La visita comienza a tornarse extraña, mientras todo comienza a ligarse a la vida de un conserje.
Esperamos que te haya gustado esta reseña de Pienso en el final. Si ya la viste, ¡cuéntanos qué te pareció en nuestras redes sociales!