El género del metraje encontrado es una de las principales razones por las que el cine de horror sigue sobreviviendo hoy día. Probablemente porque, a diferencia del resto de las películas del tipo, el terror filmado desde una cámara es poco predecible y muy espontáneo. En una época donde todos los sustos ya fueron creados y repetidos hasta el cansancio, estas historias se las ingenian para innovar una y otra vez. Quienes lo entendieron asombrosamente rápido fueron los directores de cine asiático, que incursionaron e incursionan en el metraje encontrado como pocas industrias cinematográficas lo han hecho. Tanto así, que hay un par de joyas perdidas entre tantos éxitos icónicos. Acompáñanos en nuestra reseña de Noroi (2005) para conocer uno de estos tesoros escondidos.
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Noroi (2005)
Director: Kôji Shiraishi
Guionistas: Kôji Shiraishi, Naoyuki Yokota
Reparto: Jin Muraki, Rio Kanno, Tomono Kuga, Marika Matsumoto
Género: Terror
País: Japón
IMDb: 6.9
Sinopsis: Un director de documentales investiga y filma a varias personas que no tienen conexión alguna, excepto el hecho de estar experimentando el mismo suceso paranormal
La importancia de la imagen
Sin duda alguna, el punto fuerte de Noroi son sus imágenes. Específicamente, como estas se intercalan con materiales diversos, como entrevistas, programas de televisión, grabaciones en la calle, entre otros. Hay algo en el aparente desorden de archivos que le quita el poder al espectador de preveer lo que vendrá. A una simple imagen terrorífica puede seguirle tanto una filmación de una charla entre amigos como un video de personas explorando una tumba maldita.
Además, la película tiene gran capacidad de producir terror por la mano anónima que nos la presenta. Cuando vemos este tipo de producciones, nos damos cuenta de que no están hechas para ser tratadas como una ficción hecha y derecha, editada hasta el cansancio para que el espectador se asuste, descanse del susto y se vuelva a asustar. Noroi no es como ellas, y se mantiene en un constante hilo de tensión que mantiene a cualquiera al borde del asiento durante horas. No muestra ni una señal de que tan perturbador será su próximo paso dentro del intricado hilo de historias que va hilvanando. No hay música de suspenso, horas nocturnas que pueden ser más espeluznantes que las horas diurnas, ni movimientos de cámara que delaten los casi screamers.
El susto permanente
Otra característica con la que Noroi se diferencia de muchísimas películas de metraje encontrado, es su casi nulo uso de screamers. Cada tanto, aparece en la película algún que otro ruido impredecible, pero fuera de eso, el terror de la historia se apoya única y exclusivamente en lo ominoso de su estética. La calidad anticuada de la cámara de filmación nos devuelve grabaciones donde lo claro se vuelve dudoso y lo paranormal se hace más terrorífico de lo que sería con una grabadora actual.
En síntesis, la película es ideal para aquellos fanáticos del terror que no terminan de amigarse con los sustos sin previo aviso. Sin embargo, no hay que subestimar los otros puntos fuertes de la película, que en conjunto son más impactantes que un simple screamer. Noroi es, en pocas palabras, una película de la que el cine de terror actual tiene mucho para aprender, tanto en sus modos de edición como en sus formas de perturbar.
Esperamos que te haya gustado nuestra reseña de Noroi. ¿Qué otras películas asiáticas de metraje encontrado conoces? Queremos leerte en nuestras redes sociales.