Una de las principales fuentes de las que bebe el cine para crear nuevas cintas es la literatura. Desde grandes obras como Cien años de soledad de García Márquez, hasta piezas más comerciales como El diablo viste a la moda (The Devil Wears Prada, 2006), han sido adaptadas para la pantalla grande. Si bien hay ocasiones en que la traducción entre un formato y otro da como resultado cintas invaluables y memorables, también hay intentos bastante desafortunados. Un ejemplo de lo segundo es El Jilguero (The Goldfindch, 2019), cinta que recientemente fue añadida al catálogo de HBO, tanto en televisión de paga como en su plataforma de streaming.
Basada en el exitoso libro homónimo de Donna Tartt, El Jilguero sigue la vida de Theodore, un niño que pierde a su madre en un atentado en un museo, donde también se encontraba presente. Al pasar de los años, los recuerdos y la culpa anidan en la mente y el corazón del chico, quien se aferra a una curiosa pieza de arte, parte de ese decisivo instante, y que definirá el resto de sus días, desde una liberadora adolescencia hasta una adultez aparentemente tranquila.
Uno de los grandes atractivos de El Jilguero es su reparto. Actores de la talla de Nicole Kidman, Luke Wilson, Ansel Elgort y Sarah Paulson, y ciertamente sus interpretaciones son impecables. Sin embargo, destaca la figura materna, que en Kidman alcanza el punto más genuinamente maternal, mientras que en Paulson, se ve una faceta más similar a la de una cruel y egoísta Medea.
El gran problema de El Jilguero
No obstante, las actuaciones no son suficiente para sostener una película que parece estar creada para perder decididamente la atención del espectador. En El Jilguero pasa lo que dice el dicho conocido por muchos: “el que mucho abarca, poco aprieta”. La película busca tratar temas como la muerte, la pérdida, el suicidio, la soledad y las relaciones de pareja; sin embargo, a pesar de su amplísima duración, no logra profundizar en ninguna de las temáticas que propone, lo que la transforma en un filme superficial.
El Jilguero está compuesto por tres actos principales que se pueden analogar con las tres etapas de la vida de Theodore: la niñez, la juventud y la adultez. Aunque la película se toma su tiempo para presentarnos los personajes (para prueba sólo hay que mencionar sus 149 minutos de duración), particularmente la primera parte avanza con mucha lentitud, mientras que el segundo segmento toma un poco más de velocidad, la cual, tristemente, pierde al cierre de la cinta.
John Crowley, director de la película, se pierde en su intento por llevar la película fuera de los clichés de un género en específico. Intenta con el drama y las cintas de gánsters; sin embargo, al final sólo logra confundir al espectador respecto a los objetivos que busca la historia.
La fotografía generalmente se conforma con mostrar planos americanos. Aunque hay algunas imágenes panorámicas y algunos paneos que le brindan cierta belleza visual a El Jilguero y que se complementa de manera opaca con la banda sonora.
El Jilguero no logró despegar el vuelo en 2019, cuando se estrenó en los cines en Estados Unidos. Ciertamente su suerte no ha sido distinta al migrar a México por medio del streaming (prueba clara está en la poca presencia que tiene en la programación de los canales de HBO).
El Jilguero (The Goldfindch, 2019)
Director: John Crowley
Escritor: Peter Straughan
Reparto principal: Oakes Fegley, Ansel Elgort, Nicole Kidman
Género: Drama
País: E.U.A.
IMDb: 6,3
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