No sería exagerado decir que David Cronenberg es uno de los directores más necesarios de las últimas tres décadas. Desde aquella mosca humanoide que lo catapultó al estrellato, el director siempre supo hacernos entender la importancia de la ciencia ficción y el terror como portavoces ideales de la sociedad en la que vivimos. En esos cuerpos grotescos y malformados que nos hacen apartar la mirada de la pantalla, Cronenberg ve las posibilidades de transmitir un mensaje que ya conocemos, pero necesitamos repensar. Acompáñanos en nuestra reseña de Crimes of the Future (Crímenes del futuro, 2022) para saber más sobre su última película.
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En un mundo donde los cuerpos ya no sienten dolor y sufren de malformaciones varias, la humanidad encuentra la manera de transformar la anomalía física en arte placentero.
Crímenes del futuro (Crimes of the Future, 2022)
Dirección y guion: David Cronenberg
Reparto principal: Viggo Mortensen, Léa Seydoux, Kristen Stewart
Género: Ciencia ficción
País: Canadá, Francia, Reino Unido, Grecia
IMDb: 5.9
El artista moderno
Uno de los aspectos más alabados del cine de Cronenberg es su habilidad para tratar conflictos actuales desde sus propias perspectivas amorfas. De la misma forma en la que se lo aplaudió por inspeccionar las vicisitudes del envejecimiento y la muerte en The Fly (La Mosca, 1986), otra vez fue elogiado, pero ahora por ahondar en los temas recurrentes de la vida del artista. Hoy en día se pretende, sin que parezca nocivo, que cantantes y actores trabajen día y noche para las grandes audiencias. Cuando ellos deciden que su salud mental es primordial y ponen un parate a sus actividades, son ampliamente criticados. Según muchos, el artista debe entregarse entero a sus fanáticos, y en aquella creencia insiste una y otra vez Crimes of The Future.
En el universo de esta cinta, los cuerpos se convirtieron en el medio artístico por excelencia. En un mundo donde ya no existe el dolor, el nuevo espectáculo popular se trata del daño profundo y al mismo tiempo recatado que muchos artistas se infrigen a conciencia. De una forma a veces literal y otras veces muy metafórica, el creador de arte se aboca en cuerpo entero a satisfacer el placer estético de sus espectadores. Los físicos ya no son aquel artefacto de vida que debemos cuidar a toda cosa, sino un lienzo donde experimentar libremente (y con bastante sangre de por medio).
Una distopía poco ficcional
Puede que los personajes, conflictos y escenarios que Cronenberg plantea en sus películas sean de lo más variopinto e impensado. Sin embargo, todos guardan una cuota de realidad posible. El avance de la tecnología es uno de sus temas favoritos, y lo es aún más representarlos como una amenaza imposible de derrotar. La única diferencia entre nuestra realidad y la de las historias de David es que nosotros no nos rebelamos contra dichas tecnologías, sino que las aceptamos pasivamente. En cambio, los protagonistas de Cronenberg desafían aquello que pretende facilitarnos las cosas.
En Crimes of the Future, gran parte de la sociedad se acostumbró a los nuevos cambios biológicos que los cuerpos sufren. Como dijimos, los utilizan a su favor, para realizar actividades tales como performances artísticas. Sin embargo, hay una de esas mutaciones que es tanto novedosa como peligrosa. De expandirse y normalizarse, podría llegar a darle poderes omnipotentes al ser humano promedio. La tecnología de los cuerpos avanza y la pregunta es, ¿El ser humano hace a los avances tecnológicos? ¿O los últimos nos condenan sin que nosotros lo sepamos?
Esperamos que te haya gustado nuestra reseña de Crimes of the Future. ¿Qué otras películas de Cronenberg recuerdas? Queremos leerte en nuestras redes sociales.