En todas las épocas hay trabajos fílmicos dignos de quedar en la historia, pero no todos marcan el inicio de una nueva era cinematográfica. Aquí te contamos de Santa, la primera película sonora mexicana (1931), trabajo que mostró al mundo los avances tecnológicos e ideológicos de nuestro país.
Basada en el libro de Federico Gamboa (1903), Santa narra la historia de una hermosa joven de escasos recursos que por una traición amorosa se ve forzada a prostituirse en el burdel de la ciudad. En este lugar la protagonista enfrenta un triángulo amoroso entre el torero que frecuenta el establecimiento y un pianista invidente empleado del burdel.
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Los encargados de encarnar a los personajes fueron Lupita Tovar, Carlos Orellana, Juan José Martínez Casado y Donald Reed, dirigidos por el español Antonio Moreno. Musicalizada por los compositores Agustín Lara y Miguel Lerdo de Tejada, México dejaba claro su fortaleza para sostener una industria cinematográfica sólida.
Fuente: Televisa.
Parteaguas en el cine mexicano
Gracias a los hermanos Joselito y Roberto Rodríguez y su maquina que sincronizaba perfectamente el audio con la imagen (Rodriguez Sound Recording System) lograron que Santa fuera la primera película sonora mexicana. Este hecho puso a México en el mapa como el primer país de Latinoamérica y habla hispana en grabar un largometraje con sistema óptico.
Reconocida como la obra que revolucionó la cinematografía mexicana, Santa frenó el avance de las productoras extranjeras que buscaban tener el control del mercado hispanohablante. Este suceso permitió que el cine mexicano alcanzara uno de sus mejores momentos en la historia, conocido como la Época de Oro.
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Reflejo de la sociedad mexicana
Al ser una población conservadora gobernada por la religión, Santa rompió con los estereotipos que la sociedad tenía sobre la prostitución y las mujeres que lo ejercían. En aquel momento pensaban que las jóvenes que practicaban ese oficio era por inmoralidad y libertinaje, lo que las marcaba como escoria social.
El filme trató el tema desde otra perspectiva, demostró que la mujeres no tenían opción, que en ocasiones las circunstancias son más fuertes que la moral. Manifestó la hipocresía del público mexicano, era una película sobre prostitución y durante semanas fue la más vista en la nación, mostrando que el tema causaba morbo, interés y preocupación, pero era una realidad que todos estaban dispuestos a ignorar.
Fuente: Televisa.
Una realidad incómoda
Esta historia toca temas sensibles y rompió estereotipos pero es una obra de 1931, donde el machismo proliferaba y el feminismo se encontraba en tinieblas. En la cinta la protagonista recibe el castigo que «merece» por las decisiones que tomó, pero la figura masculina nunca es condenada por su comportamiento. Esta narrativa mostraba que a pesar de ser una historia actual cumpliendo con los mayores avances tecnológicos, todavía era una sociedad dispuesta a juzgar lo que creían incorrecto.
La primera película sonora mexicana nació en una época de cambios para el país, la imagen de la mujer dependía de su reputación y castidad, por ello fue un gran paso hablar de temas controvertidos de manera natural y reflejar la existencia de otros estilos de vida y circunstancias sociales.
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