La historia de la representación LGBTQ+ en el cine, inicia relacionando la homosexualidad con el chantaje, el suicidio y la promiscuidad. Básicamente, todos los prejuicios sociales. Aunque hoy en día hay más variedad en el cine con esta temática, aún queda mucho por hacer para normalizar la representación de esta comunidad. En el cine, se dio el primer paso gracias a Diferente a los demás (Anders als die Andern, 1919), considerada la primera película LGBTQ+.
Al final de la Primera Guerra Mundial, cayó la monarquía Alemana (entre otras) para dar paso a la primera república del país. El progreso parecía estar a la orden del día y, por un breve momento, Alemania vivió libre de censuras. Esto se expandió a sus artes. Fue entonces cuando el director Richard Oswald y el sexólogo Magnus Hirshfeld vieron la oportunidad de hacer cine para educar sexualmente. Planearon una serie de filmes con temas como enfermedades de transmisión sexual, aborto y prostitución, además de la homosexualidad.
Diferente a los demás (Anders als die Andern, 1919)
Director: Richard Oswald
Escritores: Magnus Hirschfeld y Richard Oswald
Cast: Conrad Veidt, Leo Connard, Ilse von Tasso-Lind, Magnus Hirschfeld
Géneros: Drama
País: Alemania
Sinopsis: Paul Körner, un violinista prodigio, se enamora de su alumno. Todo se complica cuando lo chantajean con revelar su homosexualidad. El lado educativo se centró en el personaje de Hirschfeld, que se interpretó a sí mismo explicando a los padres de Paul que la homosexualidad no era una enfermedad y cómo afectaban los prejuicios homofóbicos.
Éxito, censura y la restauración del filme
Diferente a los demás se proyectó en los cines de 1919 en más de 40 salas. Aunque la homosexualidad era ilegal de acuerdo al artículo 175 del Código Penal Alemán, el impacto de la película parecía optimista. Hirschfeld y Oswald recibieron amenazas de los conservadores y quejas de algunas comunidades homosexuales que se quejaban del retrato afeminado de los personajes gays. Pero también recibieron cientos de cartas de agradecimiento, especialmente de padres que comprendieron cómo lidiar con la situación de sus hijos homosexuales.
Sin embargo, un año después, cuando la república alemana volvió a ponerse en orden, regresó la censura y se prohibió la proyección pública de la película. El artículo 175 continúo activo en Alemania hasta 1984. En cuanto a Hirschfeld, pudo conservar una copia para mostrar con fines educativos en el Instituto de Sexología de Berlín, en el que era director.
Magnus Hirschfeld, fue un personaje sumamente importante en la historia LGBTQ+. Era un activista de los derechos homosexuales en Berlín, además era gay y judío, así que como te imaginarás tuvo que huir algunos años después, cuando el Partido Nazi ocupó el poder. Los nazis quemaron todas las películas y libros del Instituto de Sexología, y Hirschfeld creyó que el trabajo de su vida se había perdido.
En los años 70, sin embargo, se encontró en Ucrania un documental, Las leyes del amor (Gezetze der Liebe, 1927), en el que se incluyeron varias escenas de Diferente a los demás. Gracias a esta película, podemos ver la restauración fragmentada de la película de Oswald y Hirschfeld. Por desgracia, escenas en donde personajes como Oscar Wilde o Anita Berber participaron, se perdieron por completo.
Otras películas LGBTQ+ de principios del siglo XX
Aunque antes de Diferente a los demás sí existieron algunas películas con elementos homosociales, ninguna se centró en personajes gays tan descriptivamente. El cortejo del sol y la luna (L’éclipse du soleil en pleine lune, 1907) del padre del cine fantástico George Méliès, es considerada por algunos como la primera película LGBTQ+ de la historia. Aquí, una luna y un sol con rostros masculinos, se unen en el eclipse con connotación sexual. Sin embargo, el mismo Méliès aclaró que la representación de la luna como la diosa Diana elimina cualquier inferencia homosexual en su película.
Algie, el minero (Algie, the Miner, 1912) fue co-dirigida por Harry Schenck, Edward Warren y Alice Guy, la primera mujer en dirigir una película. Aquí, Algie, un personaje afeminado, es enviado a las minas para volverlo «un hombre». El encanto de Florida (A Florida Enchantment, 1914), que algunos consideran como la primera película transexual, trata sobre una mujer que encuentra una semilla que la convierte en hombre. Aunque en estas dos producciones estadounidenses se insinúan algunos elementos LGBTQ+, se utiliza exageradamente la comedia y la ambigüedad para no romper las convenciones sociales, dejando estas temáticas demasiado abiertas a la interpretación.
No quiero ser un hombre (Ich möchte kein Mann sein, 1918) de Enst Lubitsch, uno de los pioneros del cine alemán, trata sobre una mujer que se disfraza de hombre para disfrutar de la vida nocturna en la ciudad. En esta película, la protagonista se besa con un hombre sin que éste sepa que en realidad es una mujer. Aunque podría argumentarse que este fue el primer personaje bisexual, muchos rechazan esta idea por no haber en realidad ningún acto homosexual.
Gracias a esta primera película LGBTQ+ y a muchas otras que le antecedieron, tenemos un cine mucho más diverso. Y aunque sí existen excelentes películas con esta temática, es importante que continuemos luchando por ver más de este cine. Así que, le agradecemos infinitamente a Diferente a los demás, a Magnus Hirschfeld, a Richard Oswald y a todos los que han usado el arte para acercarnos a un mundo más inclusivo.