Yo nunca, nueva serie de comedia romántica de Netflix

Yo nunca (me he sentido tan identificad@ con una serie)

Yo nunca (nunca) contaría spoilers, así que no te preocupes, puedes seguir leyendo.

Los nerds vírgenes y perdedores quieren novios sensuales (aunque sean tontos) y fiestas con alcohol y drogas (aunque sea para rechazar en cuanto les ofrezcan). Yo nunca es la historia clásica de coming-of-age que muestra los estragos por los que pasan los rechazados por obtener una probada de popularidad. Sin embargo, la comedia romántica no se detiene en la angustia adolescente clásica del tópico recurrente “el patito feo”. Lo que la separa de otras series teen y que nos encanta, es la vasta exploración que hacen los personajes de sus identidades.

Mindy Kaling

La creación de Yo nunca comenzó cuando Netflix se acercó a Mindy Kaling para que desarrollara una serie acerca de su infancia. Con la ayuda de la guionista experta en historias teen, Lang Fisher, Mindy escribió sus propios conflictos y búsquedas pero actualizados, situados en la modernidad.

Quizás desde el exterior Yo nunca te parezca una serie girly sin mucho chiste, y por eso es importarte recordar la trayectoria de Kaling. Seguramente la recuerdas por su personaje de Kelly Kapoor en la versión estadounidense de The Office, esa joya de la comedia, cuya calidad es innegable. Pero, ¿sabías que ella escribió y dirigió varios de los episodios? También desarrolló su propio personaje basándose en una versión exagerada de la personalidad que sus superiores creían que ella tenía: superficial y no muy brillante.

¿Por qué Yo nunca es especial?

El gran logro de Yo nunca es su representación de diversidad real y no aparente. Dentro de este mosaico cultural los personajes hacen una exploración de los diversos tipos de identidad. Los nerds no son muebles invisibles cuya única etiqueta es la de “perdedores”, sino que tienen matices y aunque pertenecen al mismo grupo, todos son diferentes.

Hay una abundancia de etnias que conviven en cada personaje; lo interesante es el cuestionamiento étnico constante que se hace para ir puliendo la verdadera identidad. También están las cuestiones de identidad de género y orientación sexual que en la actualidad no pueden faltar.

El argumento de Yo nunca

Recién recuperada de su parálisis (psicosomática) la adolescente indo-estadounidense de 15 años, Devi Vishwakumar (Maitreyi Ramakrishnan) está lista para subir su rating de popularidad. Después de un año terrible, está convencida de que un nuevo estatus social la espera. Ahí entra el sensual Paxton Hall-Yoshida (Darren Barnet), el chico más popular de la escuela, el que sueña con ella y no al revés.

Acompañada de la narración encantadora del ex-tenista John McEnroe, y de un soundtrack genial, Devi cuestiona cada aspecto de su vida para lograr su cometido. Pero su familia, escuela y amigos le dificultan el camino hacia la experiencia que le podría hacer beber en cada Yo nunca (nunca). Esta historia revoluciona las fórmulas usuales de amor (que igual amamos) como “de enemigos a amantes” y “triángulo amoroso” con la cuestión de la identidad. Pon atención a la diversidad y las peculiaridades de los personajes; seguro te identificarás con más de uno.

Never Have I Ever, según su nombre en inglés (y el nombre del juego para beber también), se estrenó en Netflix el 27 de abril del 2020. Esta primera temporada tiene 10 episodios cortitos, de 22 a 30 minutos. Ten precaución porque la serie fluye en una narración tan fácil de disfrutar que en cuanto empieces no vas a parar hasta terminar.

Cuando veas Yo nunca…

Pon atención a estas particularidades que la hacen tan diferente a otras series:

  • Las referencias entre textos de Netflix: en toda la serie hay menciones evidentes y escondidas de otras series de Netflix. También, Mindy explora el anhelo insatisfecho de ser como ellos (con el que todos nos identificamos) que sienten sus personajes al ver Riverdale. Igualmente se hace referencia a otras series como Big Little Lies.
  • Al parecer Mindy Kaling retoma elementos cómicos de The Office y les rinde tributo. El más evidente es el personaje de Vivian Gross, la mamá de Ben (interpretado por Angela Kinsey) y que es tan… Angela de The Office. También vemos lo que parecería la versión adolescente del Kevin de Dunder Mifflin; seguro lo vas a reconocer. Y un homenaje quizás menos probable sería una variación un poco más ñoña y perdedora pero igualmente adorable de Jim en Ben Gross.
  • Nos encantan los guiños a la cultura pop del momento. Por ejemplo: los bailes en Tik tok, los modismos de la generación Z, el profesor súper inclusivo y “Tinder but for wood”.
  • Las bromas de diversas culturas y el humor con el que se toman. El mejor ejemplo de esto es cuando le dicen a Devi que su maquillaje se le va a quedar en su bigote.
  • El cambio de personajes estereotípicos hacia personajes más complejos: El típico chico guapo con abs de Jesucristo, gran corazón, bilingüe, con ascendencia japonesa, protector de su hermana e inseguro en el fondo. La terapeuta preocupada por su paciente, con amabilidad maternal pero con vida propia, atuendos sexis y citas calientes, los cuales se abordan en la serie.
  • Hay un juego entre la ficción y la realidad que se parece mucho al ir y venir de la pelota de tenis. Esto es especialmente claro en la escena en que Devi está leyendo la novela romántica After de Anna Todd. Resulta que Darren Barnet (Paxton en Yo nunca) iba a interpretar a un personaje en la segunda película de esa saga. Al final no obtuvo el papel, pero lo divertido es el salto entre ficción y realidad en la serie.

Imagen destacada de la serie Yo nunca de Netflix.

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