Los investigadores y los policías fueron personajes constitutivos del cine en todas sus etapas. Ellos evolucionaron como lo hizo el séptimo arte, mutando para acompañar los cambios de las sociedades y sus cosmovisiones. En el período clásico, eran hombres de bien o, por lo menos, estaban dispuestos a seguir sus convicciones hasta el final. Luego, en la caótica década del 60, trastocaban el arquetipo detectivesco, llenándolo de dudas y cuestionamientos morales sobre su deber. Ahora, en la contemporaneidad, son una mezcla inédita de ambas cosas. Acompáñanos en nuestra reseña de L.A Confidential (Los Ángeles al desnudo, 1997) para conocer esta feroz crítica al cuerpo policial de los años 90 y su sociedad consumidora.
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L.A Confidential (Los Ángeles al desnudo, 1997)
Dirección: Curtis Hanson
Guion: Curtis Hanson, Brian Helgeland, James Ellroy
Reparto principal: Kevin Spacey, Rusell Crowe, Guy Pearce, Danny DeVito, Kim Basinger
Géneros: Crimen, Drama, Misterio
País: Estados Unidos
IMDb: 8.2
Sinopsis: Estados Unidos se encuentra asolada por la corrupción. En medio de tanto caos, grupo de policías investiga un hecho delictivo importante, cuyos culpables no son los típicos enemigos de la justicia.
Los policías
Uno de los grandes aciertos de L.A Confidential es su inscripción en el neo noir, representada por las figuras contradictorias de los personajes y la estética de fin de siglo. Si el film noir estaba marcado por el detective o investigador intrépido, la femme fatale sensual que lleva al protagonista a la perdición y la estilización visual a través del claroscuro, su variante contemporánea buscará reflejar la actualidad al invertir estos valores. Los policías de cuestionable moral, el crimen organizado, la femme fatale victimizada y la escenificación kitsch son solo algunas de las características del nuevo cine noir.
En esta película, Jack Vincennes, Bud White y Ed Exley son tres policías que imparten justicia a su propia manera. El primero lo hace a través de acuerdos y conexiones ilícitas, el segundo ejerciendo la violencia y el tercero pasando por encima a cualquiera que se interponga en su camino. Cuando un crimen terrible siembra pánico en la ciudad, deberán encontrar la forma de unir fuerzas para neutralizar al enemigo, causando el menor daño posible a una sociedad que ya está podrida hace tiempo.
Los medios de comunicación
No hubo época más polémica para los medios de comunicación que los años 90. Aunque ahora es muy común desconfiar de ellos, en aquel entonces la gente recién descubría como manipulaban la verdad a su conveniencia. Allí inicia la que es apodada por muchos historiadores como la era de la sospecha, momento en el que la sociedad puso en tela de juicio toda la información que recibía por parte de los medios, y detecto irregularidades entre la realidad objetiva y la que los canales de televisión, los diarios, las revistas y las radios recortaban.
En la película, esta traición de la veracidad está encarnada en el personaje del siempre brillante Danny DeVito, un periodista llamado Sid Hudgens que conduce un programa extremadamente amarillista. Él es tan cínico, que manipula la realidad a diestra y siniestra para sacarle jugo a las miserias humanas y convertirlas en el centro del chisme. Lo peor es que Jack Vincennes utiliza su poder de policía condecorado para proporcionarle a Sid todo tipo de información confidencial, a cambio de que lo convierta en la estrella de su show. Así, los policías no son los que quieren cuidar a los civiles, sino que se aprovechan de ellos, y los medios no hacen más que mentir para conseguir réditos sucios.
Esperamos que te haya gustado nuestra reseña de L.A Confidential ¿Qué otras películas sobre policías, detectives y/o investigadores conoces? Queremos leerte en nuestras redes sociales.