Luego de comprar más de cincuenta revistas adolescente y observar que en cada una de ellas Johnny Depp figuraba en la tapa y la contratapa, John Waters decidió que tenía al protagonista de su nueva película teen. Así nació Cry-Baby (Llora nena, 1990), donde Depp interpreta a un joven que decide dejar todo por una chica perteneciente a una clase social que nunca lo aceptaría. Esta cinta forma parte de las miles y miles de comedias románticas que vieron la luz en los 90, pero se destaca por su originalidad al desterrar ciertos clichés. Por ello, hoy te traemos esta reseña de Cry-Baby, para analizar juntos la importancia de la creación de John Waters para el género romántico.
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Llora nena (Cry-Baby, 1990)
Director: John Waters
Guionista: John Waters
Reparto principal: Johnny Depp, Amy Locane, Susan Tyrrell, Iggy Pop
Género: Musical, Romance
País: Estados Unidos
IMDB: 6.5
Sinopsis: La historia se centra en un grupo de delincuentes conocidos como los «Drapes». Ellos se encuentran en constante conflicto con los «Squares», una especie de secta que se rige por los buenos modales y la pulcritud. Cuando Allison, una miembro de los «Squares», se enamora a primera vista del líder de los «Drapes», las cosas se alborotan un poco.
Los «Drapes»
Hay algo que hace resaltar a Cry-Baby por sobre las otras películas de su género y época, y es que aquí los personajes típicamente detestables se hacen querer. En la mayoría de las producciones adolescentes, el grupo de los delincuentes juveniles siempre es la mala influencia que intenta corroer al objetivamente correcto grupo de los jóvenes educados. Más específicamente, prima el estereotipo de «chico malo conquista a chica correctísima».
Esta cinta no se aleja tanto de aquel tropo, pero instala ciertas innovaciones. Por fuera, el grupo de Johnny Depp podría hacerse pasar por cualquier banda de gangsters adolescentes que haya visto la pantalla grande. Sin embargo, una vez que la película los inspecciona a fondo notamos que, en realidad, ellos no molestan a nadie y forman una familia de corazón entrañable que logra quitarnos más de una sonrisa. ¿Esto significa que no hay villanos? No. De hecho, los personajes más maquiavélicos de Cry-Baby son los que menos esperaríamos.
Los «Squares»
Esta banda de chicos y chicas bien educados tienen todo menos buenas intenciones. Mientras que Cry-Baby y sus amigos disfrutan de sus reuniones en Turkey Point, el punto de reunión de los «Drapes», los conservadores «Squares» siempre están al acecho para arruinarles la fiesta. Usualmente son ellos quienes molestan al grupo de los supuestos delincuentes, y nunca al revés. Además, se comportan de forma casi sectaria, manteniendo reuniones semanales en las que rezan para jamás convertirse en los verdaderos personajes agradables de la cinta.
Otra vez, Cry-Baby invierte los estereotipos y sorprende al espectador. Como mencionamos, ya es bastante innovador que ubiquen a los que suelen ser los antagonistas en el papel de protagonistas. Pero recordemos que, de todas formas, en el tropo «chico malo conquista a chica correctísima» el rol del delincuente juvenil debe tener cierto atractivo para que el público se encariñe con él. Lo que es verdaderamente novedoso es convertir al grupo típicamente respetuoso y cortés en una pandilla de villanos sin remordimiento alguno al hacer el mal. Anticipamos que ellos serán las víctimas, pero terminan siendo los victimarios más crueles.
La banda sonora
El soundtrack de este largometraje es lo que le otorga su sello distintivo. Luego de dirigir el exitazo que fue Hairspray (Hairspray: una chica a la moda, 1988), John Waters se vio enteramente obligado a preparar otra película donde la música tuviese un papel central, pues eso era lo que le pedían las grandes productoras. Sin embargo, notarás que en Cry-Baby las canciones no tienen tanto la función de contar la historia, sino de acompañarla y resaltarla.
Afortunadamente, alguien allá afuera creyó que la trama de Cry-Baby era adecuada para ser narrada a través de números musicales, y así nació la adaptación verdaderamente musical y teatral de la cinta. Ella tuvo su primera función en noviembre del 2007 y se presentó 68 veces hasta su cierre en abril del 2008. Aunque no fue tan popular, compitió en varias ternas de los premios Tony, siendo una de ellas la de «Mejor musical». Terminamos la reseña de Cry-Baby dejándote el tema que abre la obra.
¿Qué te pareció esta reseña de Cry-Baby? ¿Qué otras películas musicales marcaron los 90? Queremos leerte en nuestras redes sociales.