¿Cuántas películas hay allí afuera con las que verdaderamente nos identificamos? Por supuesto, depende del espectador en cuestión. Muchas veces buscamos adrede aquellas cintas que se relacionen con experiencias específicas que vivenciamos en la realidad. Sin embargo, todo cambia cuando nos cruzamos con largometrajes que tocan experiencias universales, de esas que no dejan a nadie indiferente. Acompáñanos en este reseña de Reality Bites (La dura realidad, 1994), el importantísimo debut directoral de Ben Stiller en el que seguramente te verás reflejado.
Reality Bites (La dura realidad, 1994)
Dirección: Ben Stiller
Guion: Helen Childress
Género: Comedia, Romance, Drama
País: Estados Unidos
IMDb: 6.6
Sinopsis: Lelaina es una futura videógrafa que documenta diariamente a sus compañeros de hogar mientras transitan el paso definitivo de la juventud a la adultez.
Un tenso triangulo amoroso
Las relaciones amorosas que se desenvuelven en Reality Bites representan uno de los ejes centrales de la cinta. Al llegar a la adultez, debemos afinar nuestra habilidad de diferenciar entre lo que queremos y lo que necesitamos. Distinguir sectores separados para el corazón y la mente se vuelve primordial, ya que crecer suele implicar elegir el camino seguro antes que el espontáneo, por muy atractivo que este último sea.
Algo de esto le ocurre a la Lelaina de Winona Ryder. Su vida amorosa bascula entre dos polos completamente opuestos. Uno de ellos, Troy Dyer, es el mejor amigo de Lelaina desde la universidad y se caracteriza por vivir de forma despreocupada y haber perdido 12 trabajos. Su otro interés romántico es Michael Grates, un empresario de un canal similar a MTV que conoce al chocar su auto y que lleva una existencia pulcra y organizada. Elegir a uno de los dos es, para Lelaina, escuchar al corazón o a la cabeza.
Problemáticas del adulto joven promedio
Cuando fue estrenada, Reality Bites recibió muy buenas críticas por capturar correctamente el espíritu de la generación X, que incluye a los nacidos entre 1965 y 1981. Más específicamente, se la considera una película de culto por haber sabido ilustrar a los jóvenes que se trasladaban a la adultez allá por 1990. Y, si añadimos más zoom a la lupa, cabe destacar que también se la aduló por su correcto tratamiento de la cultura que caracterizaba a Estados Unidos en los 90.
A pesar de toda esta especificidad, cualquier persona que sea o haya sido adolescente se verá fácilmente reflejada en los personajes de la cinta. Cada uno de ellos lucha para mantener sus percepciones descontaminadas de lo socialmente aceptado. Se debaten nociones en aquel entonces novedosas sobre el amor, la ética laboral y el mundo joven en consonancia y disonancia con el adulto. 20 años más tarde, Reality Bites sigue siendo relevante para todo aquel que transite la vida bajo la mirada de una sociedad estricta.
Ethan y Winona resucitando sus carreras
A pesar de que no fue un éxito mundial, este largometraje le dió un aire fresco a las carreras filmográficas de los protagonistas Ethan y Winona. Por su parte, Ethan declaró que antes de filmar Reality Bites sus trabajos como actor no estaban causando grandes impactos, siendo su interpretación de Todd en Dead Poets Society (La sociedad de los poetas muertos, 1989) la última satisfactoria para el público. Winona, una gran fanática de Ethan, estipuló en su contrato que solo participaría si Hawke trabajaba como su coprotagonista. Es así como surge la dupla magnética de la cinta.
Ella llegó a aceptar el papel de Lelaina porque, en esa época, estaba buscando un rol más contemporáneo y real. Leyó el guion de Reality Bites como quién lee un libro sin dejarlo descansar ni un segundo y le pareció que era asombrosamente fiel a la vida. En una entrevista, Winona incluso dijo que su personaje estaba muy cerca de ser lo que ella hubiese sido de no haber elegido el camino actoral, y por ello logró compenetrarse tan bien con el papel.
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