Adaptación. Una de las palabras más temidas por el cinéfilo promedio. En una época donde las ideas originales ya no llenan butacas, los directores se decantan una y otra vez por actualizar producciones que fueron adoradas en un pasado lejano o cercano. Aunque, al principio, los únicos que padecían las adaptaciones eran los fanáticos del cine de terror, hoy en día cualquiera puede ver su película, obra o libro favorito absolutamente desmembrado por una nueva visión. Y, ¿Qué pasa con las adaptaciones que trasladan el teatro a la pantalla grande? Acompáñanos en esta reseña de Sweeney Todd (Sweeney Todd, el barbero demoníaco de la calle Fleet, 2007) para averiguarlo.
Luego de sufrir una larga y penosa tortura psicológica por estar encarcelado a raíz de un juicio incorrectamente emitido, el barbero Sweeney Todd busca rehacer su vida. Al enterarse de las consecuencias del crímen que no cometió y del que igualmente se lo acusó, jura que cobrará venganza y hara rodar las cabezas que haga falta para ello.
Sweeney Todd (Sweeney Todd, el barbero demoníaco de la calle Fleet, 2007)
Director: Tim Burton
Guion: John Logan, Hugh Wheeler
Reparto: Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Alan Rickman, Jamie Campbell Bower
Género: Musical, Terror
País: Estados Unidos, Reino Unido
IMDb: 7.3
Teatro y cine
¿Alguna vez fuiste a ver una obra de teatro y creíste que podría ser una buena película? Lo mismo penso Tim Burton cuando vió Sweeney Todd, la adaptación homónima que Stephen Sondheim ideó en base a la obra de Christopher Bond. Burton siempre cuenta que la producción teatral le pareció tan cinematográfica, que quedó deslumbrado a pesar de no ser fanático de los musicales. Por ello, fue a ver el musical reiteradas veces. Cuando comenzó su carrera como director cinematográfico en los 80, le ofreció a Sondheim realizar una adaptación cinematográfica de su musical, pero la colaboración quedó en la nada.
Unos años más tarde, otras personalidades afluentes en el ámbito del séptimo arte comenzaron a ver, tal como Tim lo había hecho, que el musical tenía mucho potencial para trasladarse a la pantalla grande. Luego de un intento de dirección fallida de Sam Mendes, Burton fue elegido para realizar la cinta y el resto es historia. Aunque el director de Edward Scissorhands (El joven manos de tijera, 1991) haya tenido que esperar más de 20 años para hacer realidad su idea, cabe decir que la demora fue un punto a favor. Para los 2000, Burton ya había consolidado su estilo cinematográfico por completo, y fue aquello lo que le otorgó tanta belleza a su Sweeney Todd.
Una adaptación no tan fiel
Lamentablemente para los fanáticos de la versión teatral de Sweeney Todd, la adaptación de Burton sufrió varios y bruscos cambios respecto a su fuente original. Para empezar, Tim decidió quitar la famosísima obertura del musical. Esto enfureció no solo a los amantes de la obra de Sondheim, sino también al adorador promedio de la comedia musical. Es bien sabido en esta comunidad que el primer tema de cualquier musical es una de sus partes más importantes, ya que introduce de forma sintetizada la fuerza e ideales de la trama que se desarrollará luego. A partir de ahí, siguieron más recortes, cambios y hasta modificaciones sustanciales de la historia original.
Podría pensarse que la respuesta de Sondheim fue similar a la que Stephen King tuvo cuando Kubrick reversionó The Shining (El resplandor, 1980). Sin embargo, el director teatral se mostró absolutamente comprensivo. Reconoció que llevar una obra de teatro al cine implicaba cambios de argumento obligatorios, principalmente necesarios por la duración extensa que suelen tener las producciones teatrales. Recordemos que el público cinematográfico suele ser un poco más ansioso, desesperado y deseoso de que las películas se desarrollen rápidamente y de forma poco catalítica. Al final, Sondheim confesó sentirse dolido por ciertos cambios críticos que se habían hecho para crear la película, pero admitió que el producto final era soprendente y algo digno de ver acompañado.
Esperamos que te haya gustado esta reseña de Sweeney Todd. ¿Conoces otras obras de teatro que hayan llegado al cine? Queremos leerte en nuestras redes sociales.