“Confía en la vida”. “Tienes derecho a ser feliz”. Estas dos afirmaciones son parte de Alguien, en algún lugar (o Deux moi, en francés) de Cédric Klapisch, un largometraje reconfortante que nos recuerda algunas verdades esenciales que a veces se diluyen en el ajetreo cotidiano. Pese a que esta cinta fue parte del Tour de Cine Francés del año pasado, actualmente varios cines mexicanos la tienen en sus pantallas. En esta reseña de Alguien, en algún lugar hablamos —sin spoilers— de las razones por las cuales debes de verla.
El argumento consiste en dos jóvenes treintañeros que, sin saberlo, tienen mucho en común. Trastornos de sueño, la soledad de la metrópolis y el infortunio en el amor son algunas de las cosas que los unen; además de que son vecinos que viven en dos edificios contiguos, separados únicamente por una pared. Ambos, Rémy y Mélanie, buscan a las personas correctas en todos lados y, a pesar de tomar caminos separados en su búsqueda, parecen ir hacia el mismo lugar que los llevará a encontrar a ese alguien.
Alguien, en algún lugar (Deux moi, 2019)
Director: Cédric Klapisch
Escritores: Cédric Klapisch y Santiago Amigorena
Reparto: François Civil, Ana Girardot, Camille Cottin, François Berléand, Simon Abkarian
Género: Comedia romántica
País: Francia
IMDb: 6.6
Es importante hablar de lo que podría considerarse “el gran defecto”. Para muchos esta historia resulta predecible. Quizás haya quien desde el trailer intuya algunas cosas que podrían pasar. En defensa a esta crítica, podemos decir que hay muchas historias que nos enganchan a pesar de que sabemos de antemano qué es lo que pasará. Nada más hay que ver el éxito que tienen los remakes. Y es que, tanto en tales historias como en Alguien, en algún lugar, la cuestión no es el qué, sino el cómo. La trama pasa a segundo plano, mientras que el desarrollo de los personajes es el enfoque principal. ¡Y uno muy agradable de ver!
El camino interno antes del externo
Si hay algo que queremos resaltar en esta reseña de Alguien, en algún lugar es el tratamiento que se le da a los personajes para descifrarlos. Por medio de la terapia psicológica a la que acuden los dos protagonistas (con diferentes psicólogos) podemos echar un vistazo a lo más profundo de sus pensamientos, miedos y anhelos.
Rémy, interpretado por François Civil, está convencido de que trae mala suerte a las personas que le rodean. Mélanie, conducida por el talento de Ana Girardot, tiene problemas de codependencia en sus relaciones. La raíz de sus problemas es el desconocimiento de ellos mismos. Con este recurso de la psicoterapia, actual e importante, vamos descubriendo a los personajes, mientras ellos tienen hallazgos determinantes que cambian el curso de sus vidas. Por ello, más que una trama elaborada y con giros inesperados, son los personajes y su evolución lo que encanta.
Tanto Ana Girardot como François Civil habían trabajado previamente con Klapisch interpretando a unos hermanos en El viñedo que nos une (2017). Para esta cinta vuelven con actuaciones convincentes y que se sienten cercanas, identificables. Y es que el director busca mostrar situaciones y personas con las que nos podamos sentir relacionados.
“El cineasta ama a las personas que se parecen a nosotros. Es sensible al mundo en el que operamos hoy. A la falta de humanidad que se desprende de ella. Cada persona por sí misma. Sus películas le permiten sacarlas de las sombras. Para compartir. Comunicar. En directo.”
Nathalie Simon acerca de Cédric Klapisch para Le Figaro
Oda a la lentitud
También hay que mencionar que esta no es una típica comedia romántica. Aparte de que cuenta con su buena dosis de dramatismo, Alguien, en algún lugar deja de lado los clichés y la exageración del género. Si eres un aficionado del cine contemporáneo francés, seguramente ya esperas una cierta medida de lentitud e introspección. Este largometraje se toma su tiempo y contempla con detenimiento. Su ritmo es muy apropiado para el tema de evitar ser arrastrados por la hiperconexión (redes sociales y aplicaciones de citas) o asfixiados por la gran urbe siempre en movimiento.
La fotografía, además de cuidadosa y bella, es primordial para resaltar lo significativo de la contemplación. Pues muestra que hay que estar atentos a lo que nos rodea porque la respuesta a lo que buscamos puede estar frente a nosotros. Es un recordatorio amigable (y visual) de la atención plena.
Para terminar, traemos a esta reseña de Alguien, en algún lugar otras obras cinematográficas que pueden compararse a esta. Si te gusta la introspección de Her (2013) o la exploración emocional de Normal People (2020), este largometraje es para ti. Si ya tienes experiencia con el Tour de Cine Francés, se puede vincular a Deux moi, en forma y tema, con películas como Amor a segunda vista (Mon inconnue, 2019) y La delicadeza (La délicatesse, 2011). Esperamos que encuentres útil nuestra recomendación en esta reseña de Alguien, en algún lugar. Cuéntanos tus impresiones sobre esta y otras cintas en nuestras redes sociales.