En el año 2002, el director brasileño Fernando Meirelles impactó al mundo con una película que mostró cómo era vivir en una favela entre los años 60 y 80. ¿Qué ha pasado con sus protagonistas 20 años después? En esta reseña sin spoilers te cuento por qué no te puedes perder Ciudad de Dios, la serie de Max que revive esta exitosa historia.
La trama se sitúa en 2004, cuando Rocket es ya un fotógrafo consumado y ha conseguido vivir fuera de Ciudad de Dios. Sin embargo, sigue muy ligado a la favela a través de su trabajo. Ahí se reencuentra todo el tiempo con sus amigos y su familia, pero también con la violencia y la pobreza que permean en ese rincón de Río de Janeiro.
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Ciudad de Dios: La lucha no para (Cidade de Deus: A Luta Não Para, 2024)
Director: Aly Muritiba
Reparto principal: Alexandre Rodrigues, Thiago Martins, Marcos Palmeira
Género: Drama, Crimen
País: Brasil
IMDb: 7,6
Sinopsis: Veinte años después de los hechos ocurridos en Ciudad de Dios, Rocket ha conseguido consagrarse como fotógrafo, pero aún debe lidiar con los conflictos entre policía, traficantes y milicias en la comunidad.
Una guerra sin fin
Aunque la guerra entre Zé Pequeño y Mané Galinha acabó con la muerte de ambos y un reguero de asesinatos, la historia violenta de las favelas no se acaba allí. En Ciudad de Dios, la serie tristemente nos muestra cómo nuevos personajes han tomado la batuta de los matones de antaño para sembrar el terror en la comunidad.
Sin embargo, esta vez han añadido mensajes positivos a través de personajes como el de Barbantinho o Berenice, que vuelven convertidos en luchadores sociales que buscan sacar a los jóvenes de la delincuencia. Y en el otro lado de la moneda, regresan otras siniestras figuras cuyas historias se quedaron en el tintero, como el policía corrupto o uno de los pequeños asesinos de Zé Pequeño.
Vamos por más
A pesar de que Fernando Meirelles se hace cargo de la producción, no vemos el ritmo cinematográfico que hizo que la película nos envolviera. Aún así, con las revoluciones en descenso, la esencia sigue a través de los seis episodios que conforman la primera temporada y sus constantes flashbacks. Sólo hay dos capítulos disponibles por ahora y el resto se lanzará uno cada domingo.
Con algunos de los mismos protagonistas de antaño y probando nuevamente con la incursión actoral de chicos que de hecho sí viven en las favelas, promete que volveremos a quedar enganchados con la trama que llamó tan fuertemente la atención. La confianza es tanta que ya se ha confirmado una segunda temporada y nosotros estamos apuntados para verla.
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