Aunque ahora parezca algo obsoleta, Diamantes para el desayuno (Breakfast at Tiffany’s, 1961) marcó un antes y un después en la historia del cine. Audrey Hepburn, una de las actrices más icónicas de la pantalla grande, se consagró con esta cinta. Audrey personificó una representación femenina novedosa, que rompió con la visión conservadora acerca de la mujer en los años 60. Aquella actitud disruptiva mezclada con claras costumbres de la época hicieron de esta película un film de culto. En el 60° aniversario de su estreno, te traemos esta lista de curiosidades de Breakfast at Tiffany’s tan excéntricas como el largometraje mismo. ¡Cuidado con los spoilers que se avecinan!
Breakfast at Tiffanys cuenta la historia de Holly Golightly (Audrey Hepburn), una joven que consigue dinero de distintos hombres para sostener una vida rodeada de elegancia. Paralelamente hace aparición Paul Varjack, el vecino de Holly Golightly dedicado a la escritura de novelas que no tienen éxito ni fracaso. Cuando la extravagante vida de Holly choca con la rutinaria existencia de Paul, toda clase de aventuras encuentran lugar.
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1. Audrey y Holly, agua y aceite
Hoy en día es difícil imaginar a otra mujer haciendo el trabajo de Hepburn en esta cinta. La transparencia y aparente facilidad con la que Audrey retrató a la excéntrica Holly Golightly hizo pensar que la actriz llevaba una vida similar a la de su personaje. Nada más lejos de la realidad. La diplomática Hepburn y la indiscreta Holly tienen pocos puntos en común y muchas diferencias.
Sin ir más lejos, Hepburn calificó su papel en Breakfast at Tiffany’s como el más desafiante de toda su carrera. Ella era una persona introvertida que debía representar a una protagonista extravertida como pocas. De todas formas, Audrey convirtió a Holly en un icónico personaje de la moda y el cine, mientras que aquel exótico protagónico llevó a la actriz al definitivo estrellato y es con el rol que más se la identifica.
2. Moon River: el clásico que casi no ve la luz
Poco se habla acerca del excelente score que musicaliza la película. El soundtrack bascula entre momentos de protagonismo y acompañamiento, complementándose sin dificultades con los hechos de la historia. Por suerte, una de sus canciones obtuvo el reconocimiento que merecía. La famosa Moon River, interpretada por Audrey, ganó el premio Oscar a Mejor canción original en 1961.
La historia de la canción premiada es una de las mejores curiosidades de Breakfast at Tiffany’s. Compuesta y arreglada por Henry Mancini, Moon River fue visionada para adaptarse al rango vocal de Audrey. Cabe destacar que la actriz no brillaba por su habilidades en el canto, tanto así que Paramount pidió que se eliminase la escena de Holly cantando el tema ya mencionado. La respuesta de Audrey Hepburn fue categórica al indicarles que quitar la canción significaría tener que pasar sobre su cadáver.
3. Las controversias de una historia visionaria
Quien haya leído el libro en el que se basa Breakfast at Tiffany’s sabrá que en los años 60, adaptar la historia sin modificarla hubiese sido una pesadilla mediática. En la novela de Truman Capote, Holly es una escort, profesión que no aparece del todo declarada en la película para no generar revuelo. El trabajo hecho para mantener este rasgo crucial de Holly subyacente pero sugerido es admirable.
No por nada la película fue nominada al Oscar a Mejor guion adaptado. Muy a pesar de Capote, el guionista George Axelrod tomó solo las partes más importantes de la controvertida novela para llevar sus ideas de avanzada a los cines. Para ello, Axelrod quitó aquellas partes que componían a Holly como “muy promiscua” para aquel entonces, y se concentró en sus ideales de independencia.
4. La verdadera Holly Golightly
Capote clamaba tener muchas razones para destrozar la adaptación de Breakfast at Tiffany’s, pero hay una que se destaca. De principio a fin, el libro construye la imagen de Holly idéntica a la de Marilyn Monroe. Su parecido, forma de ser, hábitos y personalidad estaban hechos a medida para la icónica actriz. Sin embargo, Monroe rechazó el papel por miedo a quedar asociada con el estereotipo de escort.
No es difícil imaginar que Capote puso el grito en el cielo al saber que Audrey personificaría a Holly. Hepburn habló en varias entrevistas sobre lo incómoda que se sentía cuando el escritor visitaba el set. Por ello, puso el triple de esfuerzo para cumplir con las expectativas de Truman y demostrar que estaba a la altura del personaje.
5. Un actor poco querible
Mientras que Audrey solo era reprobada por Capote, otro actor del elenco fue detestado por todos en el set de filmación. Hablamos de George Peppard, quien interpreta al escritor Paul Varjak. Se dice que el director lo odiaba de forma tal, que se arrodilló frente a los productores para que no lo contratasen, y que George tenía serios problemas con la bebida que lo volvían irascible.
Los rumores de su mala fama detrás de cámaras se confirmaron en el rodaje de esta cinta. Intentaba robarle los momentos de cámara a Audrey y hacía caso omiso a las directivas de sus superiores. La actriz principal comentó que Peppard tenía una tendencia a analizar demasiado cada minúsculo detalle de las actuaciones, hecho que le ponía los pelos de punta al equipo de filmación.
6. Racismo y xenofobia
En los últimos años la cinta fue presa de la cultura de la cancelación. Esto se debe a la construcción cinematográfica de Yunioshi, el vecino japonés de Holly. No solo se contrató a un estadounidense para personificar a una persona de origen asiático, sino que además se lo maquilló de una forma caricaturesca que resultó muy ofensiva. Hay quienes opinan que el papel hubiera seguido siendo ofensivo aunque lo trabajase un actor japonés.
Mickey Rooney, el actor que interpretó a Yunioshi, tuvo dificultades para aceptar lo erróneo de su actuación. Más herido que arrepentido, aseguró que habría rechazado el personaje de saber la controversia que cosecharía. Declaraciones similares se dieron entre el resto del equipo en el DVD que festeja el 45° aniversario de la cinta.
7. Adaptaciones musicales
Otra de las curiosidades de Breakfast at Tiffany’s es que tuvo su adaptación a la comedia musical en 1966. Desgraciadamente, no gozó del mismo éxito que la cinta, y fue cancelada el mismo año en el que se estrenó. No logró despegar a pesar de ostentar nombres como el de Mary Moore o Richard Chamberlain.
En el 2013, el musical fue traído de vuelta a la vida, bajo el padrinazgo de un proyecto sobre musicales perdidos en el tiempo. A pesar de mezclar las canciones ya ideadas con nuevos números, la renovada comedia musical atrajó el mismo desinterés que su predecesora.
8. Una fiesta que supera la ficción
Las escenas de la fiesta en la casa de Audrey fueron una verdadera celebración. Para crear un ambiente verosímil, el director invitó a todos sus amigos para emplearlos como reparto, y los agasajó con champán, tabaco y refrescos. Seis días fue la cantidad de tiempo empleado en filmar una de las fiestas más recordadas en la historia del cine. Otro dato curioso tan excéntrico como la cinta en sí, es que contrataron a un apicultor para generar el humo que casi incendia la cabeza de uno de los invitados.
¿Conocías todas estas curiosidades de Breakfast at Tiffany’s y su detrás de escena? ¿Cuáles se nos escaparon? Esperamos tus comentarios en nuestras redes sociales acerca de esta fabulosa película de culto.