Te contamos de la trilogía de la imaginación de Terry Gilliam

La Trilogía de la imaginación de Terry Gilliam

Hablar de una Trilogía de la imaginación hecha por Terry Gilliam parece redundante. Pero estas tres películas tienen un combo imaginativo que definitivamente las separa del resto de sus películas. Así que si te gusta esta trilogía temática, prepárate para verla de una manera totalmente diferente con este breve ensayo que incluye a Bandidos del tiempo (1981), Brasil (1985) y Las aventuras del Barón de Münchausen (1988).

Pero si en realidad estás aquí sólo porque leíste el nombre del director de la aclamada 12 monos (12 Monkeys, 1995) y aún no conoces nuestra sección de trilogías temáticas, te contamos primero de qué se trata esto. Una trilogía temática no es una saga, es decir una serie de películas que siguen la misma historia y a los mismos personajes. Se les llama temáticas porque fueron hechas por los mismos realizadores, tienen un tema en común, pero son tramas independientes.

En este caso, por ejemplo, Terry Gilliam dirigió y co-escribió estas tres películas con historias completamente diferentes, y el elemento que las une en una trilogía es la imaginación de los protagonistas. Aunque muchas veces es la crítica o el público es quien nombra a las trilogías temáticas, fue Gilliam quien popularizó este nombre. Así que, comencemos a desmenuzar las similitudes, diferencias y los mensajes que cada uno de estos clásicos tiene que decirnos.

El mundo fantástico de Terry Gilliam

Aunque cualquier cinéfilo categorizaría a Terry Gilliam como un experto en fantasía, en una entrevista para Criterion, él se describió a sí mismo como un documentalista (aunque usted no lo crea). Según el director, sus películas hablan de temas reales, pero proporcionan un par de ojos nuevos para que el público pueda ver otra perspectiva. En esta trilogía, vemos la visión particular sobre la libertad de pensamiento y los alcances de la imaginación a través de tres personajes en diferentes etapas de la vida: la niñez, la adultez y la vejez.

La Trilogía de la imaginación está particularmente cargada con el estilo visual que tanto le gusta al director: máquinas futuristas, creaturas raras y objetos extravagantes por todos lados que constantemente saturan el cuadro. Las actuaciones también pueden distinguirse como dirigidas por Gilliam, pues al director le gusta ver un poco de locura (a veces absurda) y excentricidad en cada uno de sus actores. Eso sí, siempre rodeado de personajes como Robert De Niro, Sean Connery, Jonathan Pryce, Robin Williams, entre muchos otros excelentes artistas.

La imaginación y la locura (o falta de cordura) son temas recurrentes en el cine de Gilliam. Son un escape necesario en el mundo del director, pero al mismo tiempo, son un espejo de la realidad. En esta trilogía está presente la lucha contra un sistema que se opone a la imaginación o a la creatividad. Pero lo maravilloso de estas tres películas, es poder explorar ese tema a través de las etapas que mencionamos antes. Para un niño, la imaginación representa un mundo lleno de posibilidades; para un adulto, es un escape del sistema social y burocracia; y para un viejo, el regreso a sus años de gloria.

Bandidos del tiempo (Time Bandits, 1981)

Director: Terry Gilliam
Escritores: Michael Palin, Terry Gilliam
Cast: Sean Connery, Shelley Duvall, John Cleese
Género: Comedia, Fantasía
País: 
Inglaterra
IMDb: 
7,0

A Kevin le encanta la historia y la literatura, pero sus papás, que constantemente lo ignoran, parecen querer arrastrarlo a la existencia consumista en la que están sumergidos. Una noche, se abre el agujero del tiempo en su habitación dejando entrara un grupo de enanitos ladrones y ambiciosos que robaron el mapa universal de Dios. Con él pretenden viajar en el tiempo para robar la mayor cantidad de tesoros posibles.

Cuando Terry Gilliam comenzó a trabajar en Bandidos del tiempo, ya estaba en proceso de realizar Brasil, un proyecto que tuvo demasiados obstáculos. Así que, en lo que resolvía la producción de Brasil, Gilliam decidió escribir una película familiar.

Para representar el punto de vista de un niño, Gilliam quería filmar con ángulos de cámara bajos. Pero como no estaba seguro de que un niño pudiera cargar con toda la película, agregó a una banda de ladrones interpretada por personas con enanismo. El grupo viaja a través del tiempo para navegar en el Titanic, robar junto a Robin Hood, reírse de un caricaturesco Napoleón, y mucho más.

En esta película, los adultos están presos en un mundo consumista, y el agujero del tiempo es el escape que representa la imaginación de un niño que viaja a través de la historia. Aquí, los adultos son orgullosos, malvados, pusilánimes o simplemente tontos. Es una película bastante divertida para un niño.

Por otro lado, hablando de narrativa, no es la mejor película de la Trilogía de la imaginación. Empezando porque el protagonista, Kevin, es un personaje sin iniciativa ni motivación; uno de esos a los que «todo les pasa». Eso podrá funcionar en una historia como El gran Lebowski, en la que justo ahí se encuentra la genialidad de su humor negro. Pero para una película familiar, parece que el pobre niño es llevado de un lugar a otro y ni siquiera su imaginación lo motiva a querer adentrarse a la aventura. Aún así, es un filme imperdible para los fans de Terry Gilliam.

Brasil (Brazil, 1985)

Director: Terry Gilliam
Escritores: Tom Stoppard, Charles McKeown y Terry Gilliam
Cast: Jonathan Pryce, Kim Greist, Robert De Niro
Género: Comedia, Darama, Sci-Fi
País: 
Inglaterra, E.U.A.
IMDb: 
7,9

¡La mejor de esta trilogía! El universo de Brasil es una distopía hiper-burocrática y con alta tecnología en donde nada funciona de manera correcta. El estado burocrático falla por muchos motivos (que no están muy desapegados de la vida real), pero principalmente se debe a la falta de humanidad en el sistema. Se requiere un formulario diferente para realizar cada acción, y algo tan sencillo como un error de dedo termina provocando la muerte de una persona.

El protagonista es Sam Lowry, un hombre de mediana edad que trabaja para el gobierno y que trata de encontrar a la mujer de sus sueños… literalmente. La oficina de Lowry es increíblemente pequeña, da una sensación claustrofóbica (como los trabajos de oficina para algunos Godínez). Las tomas en P.O.V. (point of view o punto de vista), reflejan la presión que el jefe, la mamá o la sociedad en general, ejercen sobre este personaje que constante se queda dormido para soñar que rescata a una mujer hermosa.

La mezcla entre la cruda realidad y los sueños de Lowry es un reflejo perfecto con la que muchos treintañeros se identificarán (sí, me incluyo). El humor negro y un falso final son la cereza en el pastel de una historia nada optimista que tiene muchas similitudes con el mundo real. ¿Quién no preferiría vivir en un mundo de imaginación, fantasía y sueños como Lowry?

Como dato curioso, seguro te preguntarás por qué la película se llama Brasil y tiene como tema principal la famosa canción «Aquarela do Brasil». Cuenta la leyenda, que Terry Gilliam estaba en una playa de Inglaterra con un clima particularmente malo. Sin embargo, Gilliam vio a un hombre sentado solo escuchando esa canción tan alegre en su estéreo. Al director le gustó tanto la actitud de esta persona a pesar de que el clima fuera tan horrible, que pensó que sería un tema ideal para esta película distópica. ¿En qué estaría soñando este hombre?

Las aventuras del Barón de Münchausen (The Adventures of Baron Munchausen, 1988)

Director: Terry Gilliam
Escritores: Charles McKeown, Terry Gilliam
Cast: John Neville, Eric Idle, Sarah Polley
Género: Comedia, Fantasía
País: 
Inglaterra, Alemania
IMDb: 
7,2

La historia se basa en los cuentos sobre el Barón Münchausen del siglo XVIII y sus quijotescas hazañas durante la guerra contra el Imperio Otomano. En la película, el Barón entra a un teatro para detener una obra sobre sus propias aventuras, pues las están contando mal. Sin embargo, nadie cree que sea el verdadero Barón y lo consideran un anciano senil.

El Barón se embarca en una búsqueda fantástica para encontrar a su antiguo grupo de aventuras, todos con achaques de la vejez, para que lo ayuden a vencer a los turcos. Lo acompaña la pequeña Sally, la primera en ser testigo de sus espectaculares habilidades, y también la que enseguida cree en sus historias.

En momentos de realidad, cuando la gente ordinaria lo declara loco, el Barón sabe que la muerte lo acecha; de hecho en ocasiones parece esperarla con ansias. Pero cuando tiene la oportunidad de revivir sus aventuras (y cuando Sally cree en él), su rostro y cuerpo rejuvenecen, y el Barón vuelve a convertirse en alguien valiente y osado. Así como nosotros escuchábamos las historias de nuestros abuelitos por primera vez, y ellos conseguían revivir esas etapas de sus vidas.

El doble sentido, la comedia absurda y las actuaciones caricaturescas se unen para sacar varias carcajadas al espectador. Pero lo que resalta más en este filme son los escenarios, que van desde el universo estrellado, enormes ciudades en destrucción, hasta la recreación de El nacimiento de Venus de Botticelli.

La Trilogía de la imaginación es parte importante de la carrera de Terry Gilliam. Pero por supuesto, no olvidamos sus clásicos como Monty Python and the Holy Grail (1975), The Fisher King (1991) o 12 Monkeys (1995). ¿Cuál es tu favorita de este maestro de la imaginación?

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