Considerada como parte de los peores villanos del cine de todos los tiempos por el AFI (en quinto lugar), la enfermera Ratched de One Flew Over the Cuckoo’s Nest (Atrapado sin salida, 1975) ya tiene una «historia de origen». La serie Ratched de Netflix ha decepcionado como tal, pero también ha regresado el interés a este personaje. Y como se menciona en el título, aprovecho esta oportunidad para redimir a esta enfermera tan odiada por los cinéfilos.
One Flew Over the Cuckoo’s Nest es una película muy querida por mí, como lo es para muchos que seguramente leyeron este título y se sintieron indignados. «¡¿Redimir a la peor enfermera del cine?!» Sí. Porque esta enfermera no es una villana, sino una antagonista (que no es lo mismo).
Pero no te vayas todavía, tengo argumentos para afirmar que la enfermera Ratched no es la villana malvada que todos deberíamos de despreciar. De hecho… no deberíamos despreciarla más que a McMurphy. Y te diré por qué enfocándome en la película dirigida por Milos Forman y escrita por Lawrence Hauben y Bo Goldman; aunque también mencionaré un poco de información importante sobre el libro de Ken Kesey.
Advertencia: Este artículo contiene spoilers de One Flew Over the Cuckoo’s Nest.
El efecto «Jack Nicholson»
Debí de haber visto la película a principios de mis 20 para alguna clase de cine. Mis compañeros afirmaban que Ratched era un personaje horrible, despreciable, y por eso era tan memorable. A mí me pareció una enfermera muy desesperante, pero honestamente me atrapó más la actuación de Jack Nicholson. ¡Es Nicholson por todos los cielos! ¿A quién no opaca ese hombre? Es una genialidad de actor.
Pero hablemos de McMurphy. Es la influencia que todos los demás necesitan para dejar de estar bajo el yugo rígido y cruel de la enfermera Ratched. Cuando él llega, empieza la fiesta, la vida, la rebelión. Gracias a él, los pacientes tienen probablemente el mejor día de sus vidas fuera del manicomio, se atreven a exigir beneficios como la posibilidad de ver la serie mundial de béisbol y los ayuda a probar un poco de libertad. Claro que McMurphy es un vividor, libertino y a veces se pasa un poco de la raya; pero en general es como ese amigo que todos tuvimos alguna vez, el que lleva la fiesta a donde quiera que vaya.
Todo va bien, incluso logra que el miedoso Billy Bibbit (Brad Dourif) pierda la virginidad, y todos están contentos. Y luego, llega la enfermera a manipularlo y a hacerlo sentir mal, provocando que Billy se suicide. ¿Cómo no entender el odio que siente McMurphy? Obviamente no está bien que la estrangule ni a ella ni a nadie, pero esa mujer provocó el suicidio del personaje más tierno de la película.
Analicemos una vez más
La segunda vez que vi esta película, hace algunos años, me di cuenta de algo: percibí a los personajes desde el ángulo equivocado. Dejemos de lado la genialidad de Jack Nicholson y analicemos de nuevo.
Conocemos el contexto de McMurphy en una de las primeras escenas, donde tiene una entrevista con el psiquiatra Dr. Spivey. Randall Patrick McMurphy de 38 años, tiene al menos cinco arrestos por agresión, no sigue a la autoridad y es acusado de violación estatutaria con una niña de 15 años. Sobre esto último dice:
«Tenía 15 años, pero parecía de 35, me dijo que tenía 18 y era muy complaciente, ¿me entiende? Prácticamente me arrancó los pantalones. Pero, entre usted y yo, quizá tenía 15, pero cuando vez esa cosita rosa enfrente de ti, no creo que sea una locura para nada, y ningún hombre lo pensaría tampoco.»
Lo envían de una granja de trabajo forzoso al sanatorio mental para que lo evalúen, pues las autoridades piensan que McMurphy se quiere hacer pasar por loco para no tener que trabajar. Y está bastante claro que no está loco. Pero sí es un criminal agresivo, con problemas para aceptar a la autoridad y sin una gota de remordimiento por tener relaciones sexuales con una niña a la que le lleva 23 años. Definitivamente no es un héroe, ni es agradable, ni genial; aunque Nicholson demuestra por qué es uno de los mejores actores de su generación.
Es el responsable de la fuga de más de 9 pacientes de un sanatorio mental, poniéndolos en peligro al subirlos a un barco (robado, por cierto) sin ninguna persona entrenada para manejarlo o lidiar con algún accidente. Luego manipula a un empleado del sanatorio para que pueda meter al hospital a un par de chicas y mucho alcohol. Muy gracioso y todo… pero estamos hablando de personas con problemas mentales que pueden actuar de manera impredecible. Y McMurphy se da cuenta de lo volubles que son con la escena de los cigarros, incluso se muestra desesperado por calmar a Cheswick; pero… aún así decide organizar una fiesta.
Después, convence a su amiga para que tenga relaciones con Billy Bibbit, del que por cierto, lo único que sabemos es que es un enfermo mental que ingresó en el hospital por voluntad propia y tuvo un incidente (del que no sabemos mucho) con una chica a la que le propuso matrimonio sin conocerla, esto lo llevó a cometer su primer intento de suicidio (así que lleva más de uno).
Ya sé que todo esto suena como algo que dirían tus papás boomers, sobre la mala influencia que es tu amigo el fiestero… pero tu yo adulto sabe que es cierto.
La odiosa enfermera Ratched
Louise Fletcher hizo un trabajo excepcional al interpretar a una enfermera que está obsesionada con el orden y las reglas. No hay ni un cabello fuera de lugar en su persona. Es increíblemente estricta, le gusta la rutina y es su trabajo mantener a todos a raya, además de estar a cargo de las actividades terapéuticas.
Y en eso llega McMurphy con problemas para aceptar a la autoridad; él literalmente quiere apostar que es capaz de sacar a la enfermera Ratched de sus casillas. Desde el inicio el antagonismo mutuo que se generan estos dos es una joya de desarrollo de personajes. Ratched no es una persona agradable; es el estereotipo de la enfermera de hospital público que parece que hace su trabajo de mal humor, y que si no le caes bien, se tarda aún más en entenderte. Y existe un juego de poder constante entre ella y McMurphy.
Pero hace su trabajo como tiene que hacerlo, de acuerdo a las reglas establecidas. Hay momentos en la película en que odiamos a Ratched, vemos que tiene una gran falta de empatía. En terapia, por ejemplo, los pacientes se incomodan cuando Billy habla de Celia y se menciona su primer intento de suicidio, pero ese el punto de la terapia grupal. O cuando decide ignorar la votación para que los pacientes vean el béisbol; está bien, es muy odiosa, pero un sanatorio mental tiene reglas y horarios.
En cuanto a Billy, este es el momento en que la enfermera muestra menos empatía. Manipula a Billy para que se sienta mal por sus acciones, es cierto, el estrés lo llevo a cometer suicidio. Pero recordemos que McMurphy es quien lo manipula para tener relaciones sexuales, cuando está claro que tiene un problema mental relacionado con las mujeres. Si acaso, la culpa del suicidio fue un trabajo conjunto entre McMurphy y la enfermera. Y ese es el motivo por el que esta película es excelente: el antagonismo entre ellos es perfecto.
La lobotomía infame
Ahora, muchos culpan a la enfermera Ratched por la lobotomía que le hacen a McMurphy. Analicemos esto: es un criminal que mintió para evitar la cárcel. Además, estuvo a punto de asesinar a una persona estrangulándola, después de llevarse a nueve pacientes mentales y organizar una fiesta en el sanatorio. Esto llevó a un Doctor (porque dudo mucho que la enfermera tenga el poder médico para tomar esta decisión) a programar una lobotomía para este paciente que en una reunión de médicos ya se había catalogado como «peligroso».
No… no fue culpa de Ratched.
Nadie puede decir que Ratched sea muy simpática, es demasiado cuadrada y estricta. Pero de ahí a catalogarla como una de las peores villanas del cine… ¡Está en el 5o lugar de acuerdo a la lista del AFI! Mucho antes que Alex Forrest (Glenn Close), la psicópata de Atracción Fatal (1987); o Alex DeLarge (Malcolm McDowell), el asesino violador de La naranja mecánica (1971). ¡¿Qué?!
Basado en el libro de Ken Kesey
Ken Kesey escribió la novela One Flew Over the Cuckoo’s Nest para criticar el sistema de salud deficiente de Estados Unidos. Aquí, la enfermera Ratched abusa físicamente de sus pacientes golpeándolos y torturándolos. El personaje de la enfermera es una historia completamente diferente de la película. La adaptación dirigida por Milos Forman, y escrita por Lawrence Hauben y Bo Goldman, plantea a una enferma mucho menos malvada y más humana.
En una entrevista, Ken Kesey habla sobre cómo su novela trata sobre aquellos débiles que pueden defenderse de los fuertes. Además, dice que para él es muy importante la libertad que debe haber en la mente de las personas.
Kesey llegó a comentar también que, para escribir esta novela, se basó en su propia experiencia; la enfermera que lo atendió era ruda y grosera, bastante intimidante. Sin embargo, años después volvió a verla y reconoció que, en un momento en el que él se encontraba vulnerable (enfermo), la enfermera parecía más malvada de lo que en realidad era.
Quizá este es el efecto de la película One Flew Over the Cuckoo’s Nest: hace muchos años la enfermera Ratched parecía una villana malvada y McMurphy el personaje cool y libre. Pero en momentos históricos como este en el que el feminismo empieza a encontrar un balance social, la agresividad de McMurphy deja de ser cool, y la personalidad estricta de Ratched deja de ser unidimensionalmente como malvada y villanesca. Lo que sí es seguro, es que esta sigue siendo una película icónica que seguirá manteniendo vivo el debate.