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La Trilogía del Apocalipsis de John Carpenter

La Trilogía del Apocalipsis de John Carpenter

Pocos directores han sabido unir los géneros del terror y la ciencia ficción como John Carpenter, y la Trilogía del Apocalipsis es la prueba. Más allá de su clásico Halloween, el cual es una enorme influencia para los próximos slashers, Final Girls y demás estilos del terror, Carpenter nos aterrorizó con gore y alienígenas abominables. Quizá no todos sus filmes dentro de esta trilogía temática sean sus más populares, pero sí son imperdibles dentro del horror cósmico: The Thing (La cosa, 1982), Prince of Darkness (El príncipe de las tinieblas, 1987), In the Mouth of Madness (Al borde de la locura, 1994).

En caso de que no sepas a qué nos referimos cuando decimos trilogía temática, te damos una breve explicación. Una trilogía temática en cine, es cuando unx directorx o guionista hace tres películas que no siguen la misma historia pero que tienen temas en común. En el caso de la Trilogía del Apocalipsis de John Carpenter, el apocalipsis alienígena es el tema que sobresale.

Por supuesto que no podríamos hablar de horror cósmico sin mencionar a su creador, H.P. Lovecraft. Su narrativa, que parece anti-antropocentrista, deja en claro la trivialidad de la existencia humana ante el cosmos. Lo que define al autor en sus historias de horror es la búsqueda del conocimiento y la pérdida de la cordura al encontrar explicaciones mucho más superiores de lo que una simple mente humana puede comprender. Y claro, estas explicaciones siempre vienen acompañadas de seres terroríficos.

«Al contrario de lo que puedan suponer, no soy pesimista sino indiferente, es decir, no cometo el error de pensar que al cosmos le importa un carajo de una forma u otra las necesidades especiales y el bienestar máximo de humanos, mosquitos, ratas, piojos, perros, caballos, pterodáctilos, árboles, hongos, dodos u otras formas de energía biológica.»

H.P. Lovecraft
Fuente: Goodreads

De la misma manera, la Trilogía del Apocalipsis de Carpenter pone a sus protagonistas en una búsqueda por el conocimiento que termina rayando en la locura. Pero además de esto, esos seres superiores y horribles abominaciones, no son de este planeta y quieren destruir todo aquello que puede ser humano.

En búsqueda del conocimiento

En las tres películas tenemos a protagonistas que están buscando conocimiento. La trama de La cosa sigue al piloto R.J. MacReady que forma parte del equipo de investigación científica de la Antártida; en El príncipe de las tinieblas se investiga un misterioso cilindro de una secta; y en Al borde de la locura, un vendedor de seguros investiga el misterio de un autor desaparecido y su impacto en los lectores.

Todas y cada una de estas búsquedas llevan a la paranoia, y sitúan a los personajes en el límite de una posible destrucción. Pero lo interesante de estas películas es que el Apocalipsis es tanto externo como interno. Mientras que los seres extraños atacan y matan a todo cuando los rodea, estos personajes pierden la certeza de su propia identidad. Pero analicémoslos uno por uno.

La cosa y la paranoia social

En La cosa, el conocimiento por el mundo exterior obliga a los personajes a ver hacia adentro. Estos se ponen al límite en un desesperado intento por sobrevivir, y a veces, esto implica atacar a otros. ¿Creías que te conocías a ti mismx? Espera a estar atrapadx en la Antártida con un alien que toma la forma de tus compañerxs.

LEER MÁS: La cosa y la paranoia de Carpenter en los 80

Nuestro protagonista, MacReady (Kurt Russell) es humano… o eso parece. Por un lado nos contagia su paranoia y queremos juzgar junto con él al resto de los personajes para descubrir quiénes han sido duplicados por los aliens. Pero tanto Carpenter como el guionista Bill Lancaster deciden deliberadamente no confirmar al final de la película si MacReady sigue siendo humano.

La cosa protagonizada por Kurt Russell.
Fuente: Universal Pictures

La trama de La cosa es aquella de desconfianza en los demás y en uno mismo, lo que definitivamente lleva a la paranoia. La destrucción no sólo viene por el peligro que implica que ese ser llegue a las zonas conurbadas, sino por la deconstrucción de la identidad que cada personaje tenía sobre sí mismo y la pérdida de la individualidad. Sin duda, esta es una de las favoritas de Carpenter, que aunque no obtuvo un recibimiento muy popular, ha sabido envejecer bien por su historia que pone a la naturaleza humana a prueba.

El príncipe de las tinieblas y la muerte de Dios

La premisa de El príncipe de las tinieblas se pone cósmica cuando explica la existencia de Dios y un Apocalipsis religioso como una mala interpretación de la fuerza alienígena que quiere terminar con nosotros. Jesús es en realidad un alien con forma de humano que vino a la Tierra para advertirnos del Diablo, que también es alienígena. Y claro, todo esto es encubierto por la Iglesia.

Así que un padre (Donald Pleasence) pide ayuda al profesor Howard Birack (Victor Wong) para que ayude a investigar un misteriosos cilindro alienígena. El líquido en el cilindro termina siendo Satanás y, como era de suponer, termina poseyendo uno a uno al equipo de científicos involucrados. Además, hay varias referencias como el embarazo de María por el Espíritu Santo; hay que aplaudirle a Carpenter porque es una película bastante interesante.

El príncipe de las tinieblas plantea el origen de la religión como alienígena.
Fuente: Universal Pictures

La genialidad de este filme de terror cósmico es la relación que tiene con una característica fundamental del desarrollo humano: la espiritualidad. La religión y la espiritualidad han sido parte de la humanidad desde que tenemos capacidad de razonar; y cuestionarse de manera individual y colectiva la espiritualidad, es fundamental para cuestionarse la existencia.

John Carpenter escribe y dirige una historia que crea un choque entre la ciencia, la espiritualidad y el cosmos para resaltar la vulnerabilidad humana. Y claro, cuando el ser humano se enfrenta a su propia vulnerabilidad de manera tan violenta y terrorífica, termina perdiendo la cordura.

Así que, hasta ahora esta Trilogía del Apocalypsis de John Carpenter ya destruyó a la idea del individuo y su sociedad, también a Dios y a los límites de la ciencia. ¿Qué más podría destruir?

Al borde de la locura y la pérdida de la realidad

La historia sigue a un vendedor de seguros, John Trent (Sam Neill), que tiene que investigar si la desaparición del famoso autor Sutter Cane (Jürgen Prochnow) es en realidad una triquiñuela para cobrar un seguro. Hasta aquí no hay nada especial, podría ser cualquiera. Lo interesante viene cuando los lectores de Cane (que es un autor muy al estilo de Stephen King) comienzan a actuar de manera extraña.

Trent termina visitando Hobb’s End, un pueblo que protagonizó muchas de las historias de Cane. Aquí Trent se ve atrapado en un lugar que parece perdido entre la ficción y la realidad. Pero conforme la trama avanza, nos enteramos de que Cane no es un simple autor de ficción, la verdad es que está escribiendo una realidad a la que sus lectorxs se unen cuando están demasiado inmersxs en sus historias. Una realidad a la que, sin saberlo, Trent ya pertenece.

Al borde la locura difumina la línea entre la realidad y la ficción.
Fuente: New Line Cinema

El protagonista comienza investigando la verdad sobre Cane, pero esto lo lleva a la locura de cuestionarse la realidad general, un golpe especialmente duro para un cínico como Trent. ¿Qué es real y qué es ficción? Para el final de la película el público y Trent ya no están tan seguros. Claro que, eso en realidad no importa, porque el Apocalipsis azota a la humanidad y, a diferencia de los otros dos filmes de esta trilogía, no podrá ser detenido.

Personalmente, me parece que Al borde de la locura es una de las películas más infravaloradas de Carpenter, quizá porque es la menos seria de esta trilogía. Sin embargo, es una de esas historias que sugieren que nuestra realidad podría ser manipulada por fuerza mayores como el escritor manipula su novela de ficción.

Así pues, tenemos tres películas apocalípticas que deconstruyen tres bases de la existencia humana: la identidad, la espiritualidad y la percepción de la realidad. Son historias de terror cósmico que definitivamente nos ponen los pelos de punta con toda esa influencia lovecraftniana. Por separado, tienen mucho que decir, pero juntas hacen un combo de destrucción y apocalipsis.

Espero que hayas disfrutado este análisis de la Trilogía del Apocalipsis de John Carpenter. ¿Qué otra lectura le das a estas películas? Cuéntanos todo en nuestras redes sociales. También te recomendamos checar nuestros otros artículos de trilogías temáticas en donde analizamos algunas de las películas más importantes de lxs grandes realizadorxs.

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