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Reseña Retro: La felicidad, la ironía feminista de Angès Varda

resena sin spoilers de la felicidad de agnes varda

Una mujer en casa atendiendo las tareas domésticas, educando y alimentando a lxs hijxs y esperando la llegada de su esposo después del trabajo. Este es el escenario utópico que creó el sistema patriarcal capitalista en la década de los sesenta, el cual consiguió convertir a las mujeres en objetos listos para servir. Esta es la piedra angular de La felicidad (Le Bonheur, 1965) de Agnès Varda, y en esta Reseña Retro sin spoilers te contamos por qué.

La felicidad es una ficción dirigida y escrita por Agnès Varda. La cinta nos muestra la perspectiva de “felicidad” de Fançois, un joven y guapo carpintero que vive el romántico y cálido sueño de cualquier hombre. François vive con su adorable esposa Thérèse y sus dos bellxs hijxs. Sin embargo, su vida de ensueño se complica un poco al enamorarse de Emilie, una empleada de la oficina postal.

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La felicidad (Le Bonheur, 1965)

Dirección y guion: Agnès Varda
Reparto principal: Jean-Claude Drouot, Claire Drouot, Marie-France Boyer, Marcelle Faure-Bertin
Género: Drama
País: Francia
IMDb: 7.6

Para esta reseña de La felicidad de Agnès Varda únicamente encontramos al tráiler de la película con subtítulos en inglés :(. Puedes activarlos en el botón (cc) que está abajo a la derecha.

La inspiración detrás de la cautivante cinematografía

Varda se caracteriza por tener una visión artística inigualable. Antes de dedicarse al séptimo arte, la cineasta estudió historia del arte y siempre estuvo muy cerca de la apreciación visual y documental por medio de la fotografía. Aún conociendo sus antecedentes, la hermosa cinematografía de La felicidad resulta sorprendente, como si fuera robada de una pintura. Dicho trabajo trascendió en la historia del cine, al grado de que el mismo Wes Anderson confirmó haber empleado La felicidad como referencia para sus cintas Moonrise Kingdom (2012) y El Gran Hotel Budapest (2014).

El aspecto visual nos envuelve cuidadosamente en la vida perfecta de François. Varda demuestra la fuerte inspiración de la pintura impresionista y postimpresionista en cada retrato y paisaje mostrado. En algunas ocasiones, incluso podemos ver un homenaje directo a ciertas obras.

Varda se inspira en múltiples pinturas impresionistas. De izquierda a derecha, las pinturas son las siguientes: El almuerzo de los remeros y El Sena en Chatou de Pierre-Auguste Renoir (1881), Caricia maternal de Mary Cassatt (1896).
Fuente: Ciné Tamaris

De esta manera, la cineasta nos sumerge en una embriagante fotografía llena de colores vibrantes y cálidos, con un manejo impecable de la composición y empleando en su gran mayoría recursos en la naturaleza para vestir cada cuadro. Cabe destacar que este fue el primer largometraje de Varda a color, dejando a relucir sin dificultad alguna cómo explotó dicho recurso.

Contraste narrativo y visual

“Una película de terror envuelta en girasoles”.

Jenny Chamarette, crítica de cine

El fascinante aspecto visual de la cinta consigue resaltar aún más su valor cuando ponemos en la balanza la narrativa presentada en la película. Varda nos deja ver de cerca a François, un hombre que parece encontrar un fin lúdico en todo lo que hace, llevando una vida despreocupada y sin prejuicios. Él puede hacer lo que le plazca sin sufrir alguna consecuencia o penalización por sus acciones. Por otro lado, tenemos a Thérèse, la esposa, ama de casa y modista que se desvive para verse siempre bien, atender a sus hijxs, tener impecable el hogar y satisfacer a su esposo en todo ámbito posible.

Los escenarios cotidianos que podrían pasar desapercibidos en cualquier película de la época, se sienten como un gran brinco en una cinta de Varda. La cineasta expone el sistema patriarcal de una manera sutil si no se conoce su trabajo, pero es muy explícita en realidad. Varda se aproxima a esta obra de una manera muy peculiar, no sólo por medio de una narrativa y cinematografía contrastantes, sino también por medio de un brillante montaje que une esta dicotomía al unísono.

En la presentación de los créditos de la cinta, los actores son literalmente presentados como «Jean-Claude Drouot, su mujer Claire y sus hijxs».
Fuente: Ciné Tamaris

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La firma feminista distintiva de Agnès Varda

Rebeca DeRoo, académica del Rochester Institute of Technology, hace un análisis profundo de la película en su ensayo Infelices por siempre: la ironía visual y estrategia feminista en La felicidad de Agnès Varda (Unhappily ever after: visual irony and feminist strategy in Agnès Varda’s Le Bonheur, 2014). La escritora observa la cinta como una respuesta subversiva a la representación de la mujer en los medios, evidenciando que las mujeres sólo pueden construir su identidad por medio de su apariencia física, las tareas del hogar, el cuidado de hijxs y hombres.

DeRoo hace una impresionante disección de las secuencias que llama “manos de sirvienta”, un montaje al inicio de la película que nos muestra las manos de Thérèse planchando, acostando a lxs niñxs, cocinando, cosiendo, etc. Nunca vemos a la dueña de las manos y aún así sabemos de quién son. De acuerdo con DeRoo, cada encuadre es una referencia a los tutoriales de limpieza y cocina que se encontraban en las revistas de la época.

La influencia de los medios jugó un papel muy importante en la constante búsqueda de la perfección femenina.
Fuente: Ciné Tamaris

Agnès Varda crea un mundo con enfoque de catálogo de revista. Todo se ve perfecto y siempre está apuntado hacia el consumo, más específicamente para el consumo masculino. A lo largo del filme podemos apreciar la incidencia constante del feminismo de la segunda ola, en particular la influencia de El segundo sexo de Simone de Beauvoir. Es así como Varda pone al descubierto la internalización de deseos patriarcales gracias a los medios de comunicación: la realización personal de las mujeres se queda únicamente en el trabajo doméstico y en la satisfacción masculina. No existen más posibilidades.

No obstante, no todo el mundo comprendió la visión de Varda, muy adelantada para su época. Había quienes llamaban a La felicidad una película anti-feminista. A lo que la cineasta contestó:

“El humor es un arma muy poderosa y una respuesta muy fuerte. Las mujeres tienen que hacer bromas de ellas mismas y reírse de ellas mismas porque no tienen nada que perder”.

Agnès Varda

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La óptica feminista de Varda, en conjunto con su admirable capacidad narrativa por medio de la cinematografía, siempre da mucho de qué hablar y analizar. Si te nació la curiosidad de buscar esta película, no te preocupes porque la encuentras disponible en MUBI. Esperamos que hayas disfrutado de nuestra Reseña Retro sin spoilers de La felicidad de Agnès Varda. Por favor, ¡háznos saber tus comentarios en nuestras redes!

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