Hace unos días, se confirmó que Return to Silent Hill, la próxima película de la famosísima franquicia, está siendo trabajada y será estrenada este año. Ante la noticia, resurgieron como entre los muertos los fanáticos de aquella historia sobre un pueblo abandonado que en 2006 aterrorizó a todos. Y decimos muertos porque, fuera de las actualizaciones de los videojuegos, hace mucho no teníamos novedades confirmadas sobre la saga cinematográfica. Ahora que vuelve a moverse entre nosotros, analicemos los puntos fuertes de la primera entrega, que sigue causando furor a casi 20 años de su estreno. Acompáñanos en nuestra reseña de Silent Hill (2006), la película que marco un antes y un después en el terror moderno.
Una madre decide visitar el pueblo que su hija menciona una y otra vez en sus delirios sonámbulos. Al llegar, descubre que lo que la pequeña repite todas las noches no se trata de un sueño, sino de una pesadilla.
Silent Hill (2006)
Director: Christophe Gans
Guionista: Roger Avary
Elenco: Radha Mitchell, Sean Bean, Laurie Holden, Jodelle Ferland
Género: Terror
País: Canadá
IMDb: 6.5
Una geografía única
Algo que separa a Silent Hill de cualquier película de terror prototípica es su escenografía. Mientras que muchos directores suelen dejar este aspecto de lado, o lo configuran con lo mínimo y necesario, Christophe Gans se ocupa de diseñar espacios que dan más miedo que la trama misma. Si no sentimos suficientes escalofríos con la niebla silenciosa que recubre el pueblo paranormal, tenemos además todo lo terrorífico que se oculta detrás de cada puerta abandonada.
Tal como sucede en estos días con la aclamada serie The Last of Us, resulta muy importante que las producciones audiovisuales basadas en videojuegos emulen los últimos a la perfección. Silent Hill no solo cumple con el cometido sino que lo logra con creces, ya que adopta el videojuego del mismo nombre que salió a la luz en 1999, y toma con exactitud todos sus gráficos pixeleados para convertirlos en una joya de alta definición en la pantalla grande.
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El diseño de personajes
Si hablamos de la estética de la película, no podemos dejar de lado uno de sus aspectos cruciales: los personajes que habitan Silent Hill. Ellos no solo cumplen con su función principal de ser espeluznantes, sino que se funden en un todo con los espacios que ya mencionamos. Los enemigos no son monstruos nuevos o frescos, sino seres que están tan llenos de polvo, suciedad y óxidación como el lugar en el que se encuentran atrapados para siempre.
Así, Silent Hill demuestra, como muy pocas películas de terror lo han hecho, que el susto no se genera solo desde la trama, sino que también debe surgir desde lo visual. Inclusive antes de que las protagonistas lleguen al pueblo maldito, hay una especie de suciedad en los colores claros y una acentuación de los grises que anuncian que lo ominoso acecha desde el primer segundo. Esa paleta de tonos, que se va ensuciando más a medida que la película avanza, nos habla claramente, pero en silencio.
Esperamos que te haya gustado nuestra reseña de Silent Hill. ¿Qué tan emocionado estás por la nueva entrega que menciomaos al principio? Queremos leerte en nuestras redes.