Si hablamos de industrias de cine tercermundistas, las de sudamérica se merecen un libro entero que las analice a fondo. Desde City of God (Ciudad de Dios, 2002) hasta La noche de 12 años (2018), los países del bajo continente americano avanzan lenta pero consistentemente hacia el reconocimiento internacional. Es el caso de Argentina 1985, por ejemplo, que el próximo domingo disputará el premio a mejor película extranjera. Pero no hablemos de la película que hoy habita la boca de todos, sino de su predecesora en esta terna de los Óscares. Una película antológica, con los mejores actores y actrices del país, que usa el humor negro para mostrar que sucede cuando lo peor de las personas sale a la luz ante situaciones límite. Acompáñanos en nuestra reseña de Relatos Savajes (2014) para saber porque los argentinos se sienten tan orgullosos de la creación de Damián Szifron.
LEER MÁS: Argentina, 1985, el cine para no olvidar
Relatos Salvajes (2014)
Director: Damián Szifron
Guionistas: Damián Szifron, German Servidio
Elenco principal: Dario Grandinetti, María Marull, Rita Cortese, Julieta Zylberberg, Leonardo Sbaraglia, Walter Donado, Ricardo Darín, Oscar Martínez, María Onetto, Erica Rivas
Género: Drama, Comedia Negra
País: Argentina
IMDb: 8.1
Sinopsis: Seis historias protagonizadas por los más diversos personajes en los más diversos escenarios se unen en un punto común: la tentación de elegir el deseo por sobre el actuar moral y civilizado.
Los instintos revelados
Cuando los créditos comienzan a mostrarse, los nombres de los actores son acompañados por distintas imágenes de animales salvajes. Solo este anticipo alcanza para resumir lo que el espectador verá en cada una de las historias que se presentarán a continuación. Se trata de personajes que, acorralados entre la espada y la pared, eligen dar rienda suelta a esos impulsos que todos quisimos dejar ser más de una vez en nuestras vidas.
Fuente: El Deseo
En esta reseña de Relatos Salvajes te contamos que, desde el primer momento de cada historia, observamos que son hombres y mujeres construidos desde la tensión absoluta. Por algo que se muestra en pantalla en tiempo presente, o que se menciona fuera de imagen en tiempo pasado, casi podemos ver que cada protagonista lleva encima suyo una enorme cruz con la que carga hasta que explota, y decide abandonar la imagen de buen ciudadano con correcta moral. Y es ahí donde la película se vuelve extremadamente entretenida, en ese abanico infinito de posibilidades con las que una persona puede accionar cuando decide seguir su corazón y acallar la cabeza.
El deseo del público
Pero el gran logro de Relatos Salvajes, y la razón por la que siempre resulta placentero volverla a ver, es que satisface a pleno los anhelos del espectador. Inconsciente y conscientemente, uno de los puntos que más disfrutamos del cine es ver a los personajes tomar decisiones que nosotros no vamos a tener que tomar. Decisiones difíciles, de vida o muerte, que ponen en jaque el estátus de los protagonistas y a todos los que están a su alrededor.
Fuente: El Deseo
Sin embargo, las decisiones aquí no tienen nada que ver con elecciones tales como la de Luke Skywalker cuando decide enfrentarse a Darth Vader. Se trata de momentos de la vida por los que todos pasamos alguna que otra vez. Como encontrarnos por casualidad a alguien que nos hizo algún mal en un bar. O detestar a esa persona que conduce lento delante nuestro en la carretera. Mientras nosotros elegimos actuar razonablemente, los protagonistas de la película eligen lo contrario, y nosotros reímos porque en el fondo sabemos que también lo hubiesemos hecho así, de haber sido más valientes.
Esperamos que te haya gustado nuestra reseña de Relatos Salvajes. ¿Cuál es tu película argentina preferida? Queremos leerte en nuestras redes sociales.