Similar a lo que le pasa al protagonista de Medianoche en París (Midnight in Paris, 2011), estamos pasando por un romance con una época anterior a la nuestra. Hablo concretamente de los años 80. De unos años para acá, han comenzado a abundar las series y películas ambientadas en dicha década, por medio de la ropa, la música y la estética en general de aquella era, entre los que destaca una canción: Blue Monday, de New Order.
Blue Monday es una obra maestra que marcó un antes y después en los 80. Eso es una realidad que nadie puede discutir. Pero apenas desde hace algunos años esta canción comenzó a colocarse como la insignia musical de dicha década en el cine. Su primera aparición la tenemos en el tráiler y el soundtrack de Atómica (Atomic Blonde, 2017).
Para quienes nos gustan este tipo de canciones viejitas pero bonitas, la primera vez que vimos el tráiler de la agente británica protagonizada por Charlize Theron nos voló por completo la cabeza. No sólo por la canción misma, sino por aspectos pequeños pero muy significativos como la paleta de colores saturada de tonos neón, tan propios de los 80.
En 2018, Ready Player One: Comienza el juego (Ready Player One, 2018), volvió a retomar Blue Monday. Los conocidísimos acordes de la canción sonaron cuando Perzival y Art3mis se encontraron en la pista de baile. Su objetivo era buscar una de las llaves de Halliday, el creador de un mundo basado en la nostalgia y la cultura pop (al que muchos desearíamos ir).
La más reciente aparición de Blue Monday en el cine llegó de la mano de Gal Gadot. La canción salió en el primer tráiler que vimos en 2019 de Mujer Maravilla 1984 (Wonder Woman 1984, 2020). Esta vez, en un tono más instrumental, la pieza de New Order le da ritmo a las escenas, incluso las románticas.
¿Por qué Blue Monday se está convirtiendo en el himno de los 80 en el cine?
Los 80 fueron una década que nos dejó cosas fantásticas. Desde la obra maestra de Wes Craven, Pesadilla en la calle del Infierno (A Nightmare on Elm Street, 1984) hasta las primeras dos partes de Volver al Futuro (1985 y 1989). Por supuesto, musicalmente no fue la excepción.
Fue durante dicha época que vimos el ascenso de grandes de la música, como Depeche Mode, The Cure y, por supuesto, The Queen. Ante tanta y tan buena competencia, vale la pena preguntarse cómo es que Blue Monday se está colocando como la canción más emblemática de una década.
Parte de la respuesta puede estar en la estructura de la canción misma. A una base añade una serie de sonidos que, si bien podrían parecer repetitivos, están ajustados de tal manera que incluso hoy en día siguen siendo utilizados desde los DJ profesionales hasta las fiestas caseras, sin perder el ritmo.
La canción que nació un 7 de noviembre del 83
Además de la atemporalidad de su composición, Blue Monday destaca por sus trazos de post punk (tan popular ahora con los memes de Milhouse y los tipos de aspersores), los cuales sirvieron como base para impulsar el synth pop, considerado como una sinergia entre la música pop y el new wave.
Pero el post punk no es la única inspiración que se tuvo para crear esta canción. Yaconic explica que Bernard Sumner se basó principalmente en cuatro piezas diferentes para crearla: Our Love, de Donna Summer; You Make Me Feel Mighty Real, de Sylvester; Dirty Talk, de Klein & MBO, y Uranium, de Kraftwerk.
Pocos son los que saben que además de estas claras influencias, Blue Monday tomó parte de su inspiración a uno de los gigantes del cine: Ennio Morricone.
Peter Hook, dio a conocer a la BBC cómo su línea de bajo para la icónica canción se basó en la música de La muerte tiene precio (Per qualche dollaro in più, 1965). De hecho, tras el fallecimiento del compositor, el bajista lamentó su muerte a través de su cuenta de Twitter.
Mientras nuestro amor por los 80 permanezca, seguiremos también enamorados de esta canción. Estoy seguro que no será la última vez que encontremos sus sintetizadores y percusiones acompañando de las mejores escenas de películas y series ambientadas en la década que brilla con destellos neón.