No muchas películas de terror de antes de los 2000 sobrevivieron al paso del tiempo. Con ello nos referimos a que han llegado a conseguir estatus de culto y son muy veneradas, pero ya están bastante lejos de causar terror. Es que aquellas épocas, y especialmente la de los 80, se vieron plagadas de monstruos imposibles que habitaban en lugares poco probables para la vida real. Hoy, también venimos a hablar de un monstruo sacado de una fantasía, pero este habita en un espacio tan recurrente en nuestra cotidianeidad, que sigue siendo una de las entidades más tenebrosas 30 años después de su paso por la pantalla grande. Para saber más sobre él, acompáñanos en esta reseña de A Nightmare on Elm Street (Pesadilla en la calle del infierno, 1984)
Nancy Thompson y su grupo de amigos se ven en la obligación de hacerle frente a un misterioso hombre que los persigue sin descanso. El problema es que ese ámbito de la persecución son los sueños de los personajes, único lugar donde pueden enfrentarse a su perseguidor.
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A Nightmare on Elm Street (Pesadilla en la calle del infierno, 1984)
Director: Wes Craven
Guionista: Wes Craven
Reparto principal: Heather Langenkamp, John Saxon, Ronee Blakley, Robert Englund
Género: Terror
País: Estados Unidos
IMDb: 7.4
Los sueños
¿Qué es lo que le permitIó a esta primera película tener nueve continuaciones más? Probablemente sea el tema alrededor del que gira. Los sueños y las pesadillas son aquellos sectores de la vida real que, a pesar de estar ampliamente estudiados por psicólogos, siguen encerrando algo de misterio. Son incontables las veces en que una cinta de terror usó el recurso de hacer una escena que transcurre en una pesadilla para luego revelar que era falsa. Wes Craven supo ver un potencial inusitado en los temas oníricos, cuyos espacios representan el lugar y espacio de ventaja de Freddy Krueger. Un enemigo que asesina a sus inofensivas víctimas en pesadillas que él mismo diseña y aprovecha para ganar, parece un enemigo invencible.
Y lo es. A diferencia de otros monstruos que aparecieron por 1980, Fredddy Krueger no existe. No es algo tangible ni un ser que habite lo terrenal. Sin embargo, siempre está ahí cuando los personajes se van a dormir. En síntesis, Wes Craven logró crear a uno de los mejores personajes del cine de terror de los 80, que resulta el híbrido entre los monstruos imposibles que ya mencionamos, y los enemigos psicológicos que caracterizaron y siguen caracterizando a las cintas de terror que aparecieron después de los 2000.
La idea base
De todas formas, hubo algo dentro de esta película que fue más terrorífico que Freddie Krueger: el momento en el que Wes Craven reveló su fuente de inspiración. En una entrevista, el director contó que había obtenido la idea para la cinta a partir de una historia real ocurrida en los años 70. Se trataba de un grupo de jemeries que, luego de huir a Estados Unidos por el genocidio que tenía lugar en Camboya, sufrió pesadillas extremadamente perturbadoras que los llevaron a la decisión de evitar dormir. Un tiempo más tarde, algunos terminaron muriendo mientras dormían.
Por otro lado, la película contiene un elemento bibliográfico. Craven también explicó que Freddy Krueger estaba inspirado por un anciano que, en la niñez del director, caminaba con un andar espeluznante por el cerco lateral de su casa. Cierto día, el señor descubrió a Wes espiándolo y le dedicó una mirada que lo acompañó hasta la realización del largometraje que hoy tratamos. Puede que esa fuese la razón por la que Craven deseó, en un primer momento, que Freddy Krueger fuese un molestador de niños. Pero un número de casos de abuso había conmocionado a la ciudad de California y a todo Estados Unidos, así que se decidió eliminar esa característica del villano.
Significados subyacentes
Esta película fue analizada hasta el detalle por críticos de cine varios, debido a que muchos rastreaban en ella ciertos temas relacionados con el pasaje de la niñez a la adolescencia. Según expertos en el tema, la irrupción de Freddy Krueger en la vida de los protagonistas conllevaba la perdida de la inocencia propia de la infancia y el hacerse cargo de problemas sin ayuda de un adulto, ya que Freddy solo atacaba a adolescentes.
Acá es donde A Nightmare on Elm Street se vuelve la marca que luego se hace huella de miles de otras producciones. ¿Cuántas otras películas o series de terror tratan de adolescentes que se vuelven adultos al enfrentarse a un monstruo? Pensemos en It (Eso, 1990) o la mundialmente adorada Stranger Things (2016), que se convirtió en una de las series más vistas en la historia de Netflix. El público se encariñó con la trama de Freddie Krueger, en gran medida, por la valentía de los adolescentes que le hacen frente a una entidad malévola y desconocida. Ese hecho que todos transitamos en mayor o menor medida, es lo que genera una gran cantidad de fanáticos y lo que directores como Andy Muschietti supieron ver y utilizar.
Esperamos que te haya gustado nuestra reseña de A Nightmare on Elm Street. ¿Tienes algun villano de terror preferido que haya aparecido en los 80? Queremos leerte en nuestras redes sociales.