¿Alguna vez te has preguntado cómo sería salir con alguien famosx? En esta ocasión exploramos una historia romántica que parece imposible. Disfruta de nuestra reseña retro de Un lugar llamado Notting Hill (Notting Hill, 1999). Descuida, si aún no has visto esta joya noventera, o si la viste hace mucho y ya no la recuerdas bien, ¡esta reseña es sin spoilers!
La narrativa se centra en William Thacker, interpretado por Hugh Grant, quien es dueño de una librería ubicada en Notting Hill. La vida de este londinense cambiará por completo cuando una famosa actriz llamada Ana Scott, interpretada por Julia Roberts, llega a su librería. William queda perdidamente enamorado de la señorita Scott y se empeña en hacer todo lo que está a su alcance para conquistarla, aún sin saber nada de la vida tan agitada que puede llevar una celebridad.
Un lugar llamado Notting Hill (Notting Hill, 1999)
Director: Roger Michell
Guionista: Richard Curtis
Reparto principal: Hugh Grant, Julia Roberts, Rhys Ifans, Tim McInnerny, Gina McKee
Género: Comedia romántica
País: Reino Unido
IMDb: 7.1/10
Una producción hecha para el éxito
Este fue el cuarto largometraje del director Roger Michell y también se posicionó como la cuarta película en la filmografía del guionista Richard Curtis, escritor de Cuatro bodas y un funeral (Four Weddings and a Funeral, 1994) y quien posteriormente dirigió y escribió más romances icónicos como El diario de Bridget Jones (Bridget Jones’s Diary, 2001), Love Actually (2003) y About Time (Cuestión de tiempo, 2013).
La cinta tuvo un gran recibimiento. Se estrenó en 2,747 cines estadounidenses y debutó con 21 millones de dólares. De esta manera, se posicionó en segundo lugar superando a La Momia (1999) pero aún por debajo del recibimiento de Star Wars: Episodio I – La amenaza fantasma (Star Wars: Episode I – The Phantom Menace, 1999). En total, Un lugar llamado Notting Hill recaudó 116 millones de dólares en Estados Unidos y 363 millones sumando la recaudación internacional.
Fuente: Notting Hill Pictures
Detrás de cámaras
Algo impresionante de esta cinta es que todos los escenarios utilizados son reales. Todo es grabado en el verdadero Notting Hill, de hecho se filmó en el vecindario donde Curtis solía vivir. Incluso la fachada de la famosa puerta azul fue en algún momento el hogar del guionista. Después del estreno de la cinta, la puerta fue pintada color negro para dejar de atraer a turistas y fans de la película. No obstante, tiempo después la casa fue vendida y la fachada fue pintada de azul nuevamente. Como dato curioso, también en servicio de los fans, la librería utilizada en la filmación cambió su nombre a The Notting Hill Bookshop (la librería de Notting Hill).
Fuente: ISTOCK
Sin duda, uno de los más brillantes aspectos técnicos que deja a relucir Un lugar llamado Notting Hill es el empleo de la elipsis y el plano secuencia. Con el objetivo de evitar spoilers, no mencionaremos en qué punto de la película se encuentra pero es sencillo de notar porque aparenta ser una escena larga y sin cortes. Decimos que lo aparenta porque realmente sí hay un par de cortes escondidos, como cuando un puesto de flores cubre casi todo el cuadro de la toma.
Durante este emplazamiento nos deslizamos a la par del caminar de Hugh Grant, quien pasa a través del mercado de su vecindario. También se emplea el recurso de la elipsis, es decir, nos muestran cómo metafóricamente transcurre un año en este desplazamiento, que en cámara dura un minuto y medio. Se emplean múltiples recursos perfectamente coreografiados para denotar el paso del tiempo a través de las estaciones, de personas que salen más de una vez y de la adaptación del protagonista a dichos cambios. Interesante, ¿no?
Te dejamos la escena en cuestión por si querías recordarla mejor (para aquellxs que no han visto la película, no se preocupen, este plano secuencia no contiene ningún spoiler):
Una comedia romántica para ver más de una vez
Un lugar llamado Notting Hill fue una película que nos hizo enamorarnos profundamente de Julia Roberts y de Hugh Grant. La cinta es muy bella de ver, cinematográfica y emocionalmente hablando. Si aceptas el hecho de que estás por ver una película irremediablemente cursi, es una gran opción para disfrutar en un día de descanso, flojera y pijama (o al menos eso hice yo).
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