Poco Ortodoxa (Unorthodox) es uno de los grandes aciertos de Netflix en lo que va del año. Esta mini-serie de cuatro capítulos tiene la dosis perfecta de entretenimiento, ligereza y mensaje social (bastante poderoso). Por eso consideramos tan importante mantener la conversación sobre ella. Pero descuida, en Saturno tenemos la política de escribir reseñas SIN SPOILERS, así que no revelaremos nada que no muestre el trailer.
Una historia muy real
Esta serie está basada en la novela autobiográfica de Deborah Feldman, Unorthodox: The Scandalous Rejection of My Hasidic Roots. Como su título describe, es la historia de una joven que se niega a restringir su vida a las reglas de su comunidad jasídica. Todo con un mensaje bastante emotivo e inspirador para aquellas mujeres que están pasando por una situación similar… o incluso para las personas que quieren un mundo basado en la equidad y libertad.
Aunque la serie contiene algunas variaciones del libro, conserva el mensaje y la experiencia de la protagonista, en el libro Deborah, en la serie Esty. A los 19 años debe casarse con un completo desconocido con la misión específica de procrear.
En Poco ortodoxa vemos las reglas que alejan a sus integrantes de la sociedad estadounidense en la que viven. El retrato del machismo es además bastante congruente que, aunque de manera diferente, le afecta tanto a Esty como a su esposo Yanky. Y este machismo al que se ven sometidos los miembros de la comunidad no es lo único que impacta; también la prohibición a recursos tan sencillos para muchos de nosotros, como el internet o el acceso a la educación académica.
Un coming of age con problemas de identidad
Es muy difícil no relacionar a Poco Ortodoxa con Persépolis de Marjane Satrapi. Ambas son historias feministas, pero el feminismo está sumamente vinculado con los problemas de identidad. Un problema con el que todos podemos empatizar en mayor o menor medida, pues es parte de ese brinco necesario de la adolescencia a la adultez.
La comunidad judia ultraortodoxa de la que habla esta serie, mantiene una identidad colectiva. Ellos creen firmemente que tienen que recuperar a los judíos perdidos en el Holocausto, convirtiendo al matrimonio y su consumación en una responsabilidad.
Así que, ¿cómo lidia con esto una joven que se siente enclaustrada bajo esta identidad? Lo complicado es que ella creció con esta ideología, de hecho, en algunos momentos de la serie, Esty se identifica completamente con esta ideología. Hasta que las claustofóbicas reglas la empujan a huir a Alemania, un lugar históricamente doloroso para su comunidad, pero irónicamente es la única oportunidad que tiene para salir de ahí.
Es entonces cuando Esty debe descubrir quién es fuera de esta comunidad, qué tan capaz es de cuidarse ella misma, qué tanto puede encajar en un mundo lleno de libertades a las que no está acostumbrada. Al igual que para Marjane Satrapi, la búsqueda de la identidad no es tan sencilla. Esty quiere una vida demasiado libre para la comunidad en la que nació, pero a veces podría parecer que el lugar al que quiere pertenecer es demasiado libre para ella.
Por qué amamos a Esty
Shira Haas es una actriz bajita y delgada que luce demasiado vulnerable para luchar contra el mundo. Además, el personaje es inocente, incluso crédulo, pero en los momentos más complicados demuestra mucha fortaleza. Como espectador, es bastante sencillo empatizar con Esty y generar un sentimiento de apoyo para que disfrute todas las experiencias que busca.
Esty representa la posibilidad de libertad, la valentía de buscar algo mejor. Es una historia emotiva y relevante para todos los que queremos perseguir un mundo libre, con equidad y sin discriminación. Por todo esto, Poco Ortodoxa es una historia inspiradora que te recomendamos mucho si te gustó Persépolis, El color Púrpura, The Breadwiner o La bicicleta verde.